Proyecto dentro de la Revista Arquine 107 – Trazas
Las 179 unidades de este proyecto, que se usan para espacios comerciales y de oficinas, vivienda y cuartos de hotel, combinan la lógica insular de las comunidades cerradas —de una gran densidad tanto poblacional como cultural e histórica—, con una conexión eficiente que da al resto de la ciudad y su tejido urbano. De esta manera, explora la identidad y memoria colectivas por medio de formas y colores que funcionan como referencia y estímulo para la vida social.
La simplicidad de la planta y la fachada se ve contrastada por una extensa y meticulosa paleta de colores que lo hace parecer una pintura, conformada por 7 paralelepípedos. La continuidad del frente urbano está marcada por desplazamientos, inserciones y aperturas. La altura de los edificios varía según el programa funcional. Así, los espacios vacíos se definen mediante el uso de espacios ocupados.
Con sus 21,500 m2, este programa de uso mixto no desentona en su contexto: avenidas, la plaza Dauphine, un cementerio, el parque de la Étoile, además de la vecina reserva ecológica del canal del Ródano al Rin, sistema fluvial emblemático de esta región de Francia.