🎄📚Las compras realizadas a partir del 19 de diciembre serán enviadas a despues de la segunda semana de enero de 2025. 🎅📖
¡Felices fiestas!
Este pabellón de concreto, diseño de Lin Architecture (y diseño de Dream Architects), es una estación de bombeo a las afueras del pueblo de Eryuan Botou, en Yunnan, China. En la historia reciente de este pueblo, muy pocos edificios han invadido el paisaje del campo. Esta estación de bombeo, además de satisfacer las necesidades diarias de agua y electricidad para el riego de los aldeanos, tiene su propia identidad: una abstracción extrema de elementos culturales de las aldeas circundantes, y su posterior traslación al grosor del espacio, es una manera de manipular los símbolos; el diálogo entre el espacio arquitectónico y el entorno.
Sus elementos, los tejados inclinados, los muros de sombra, las ventanas altas y bajas, las plataformas, así como los escalones ascendentes y los huecos son sólo algunos de los innumerables elementos arquitectónicos de la aldea que, a través de cambios y ampliaciones, se han traducido en los símbolos arquitectónicos yuxtapuestos en el espacio, situados en el campo y acomodando los diversos elementos. En paralelo, todo esto proporciona distintos comportamientos de observación del entorno y el espacio, como mirar de lejos y luego de cerca.
Aunque los elementos constitutivos son comunes a la arquitectura, están organizados de forma poco convencional, como paredes de sombra con proporciones extrañas, plataformas suspendidas, escaleras quebradas, paredes laterales inclinadas, techos en medio arco, ventanas laterales bajas y claraboyas con una sola rendija. La experiencia de estar en el espacio es un estado dinámico, siempre cambiante, fragmentado y transitorio, donde coexisten la separación y la complejidad, y la ilustración nos ayuda a reaccionar de forma holística y reflexiva a la información experiencial.
En Yunnan, el tiempo en los campos es impredecible, con lluvias torrenciales o caídas a lo largo del día a lo largo de estaciones siempre coloridas. Los actos de la naturaleza añaden gestos a la piel del edificio, haciendo de la fachada un pincel en el campo.