Como un instrumento musical con acordes acústicos, el Storefront for Art and Architecture contiene los sonidos, acciones y movimientos del espacio intervenido por Allard van Hoorn (Leiden, Países Bajos, 1968). Urban Songlines es una instalación que busca apropiarse del espacio público por medio de la música; la música como interlocutor entre arquitectura y ciudad para montar un concierto urbano.
Una serie de cables entramados configuran el interior de esta galería con sede en Nueva York, diseñada por Steven Holl y Vito Acconci. El espacio adquiere una significación propia creando música a través del espacio, notas musicales y canciones que se traducen y ecualizan por computadora, con base en el uso del espacio. La configuración del lugar es como una analogía del interior de un instrumento musical que extrapola sus sonidos hacia el exterior de la fachada modular en la que se lee “Play Me”.
El visitante se coloca unos audífonos inalámbricos e inmediatamente comienza a escuchar música. Los audífonos transmiten la frecuencia y sonidos de los pequeños micrófonos colocados en ganchos que sujetan los cables o cuerdas del instrumento. Todos los micrófonos están conectados a un mismo equipo de sonido que a la vez crea escenarios distintos de composición musical. Cada tres minutos comienza una nueva grabación. Algunas cuerdas quedan fuera del espacio por la condición de los muros modulares del Storefront, de esta forma se puede dar lectura al espacio no sólo por los cables tensados sino por los paneles que a la vez cambian la acústica del espacio. Esta instalación estará hasta el 18 de febrero en el Storefront for Art and Architecture de Nueva York.
Fotos: Storefront for Art and Architecture