En el proyecto de Terraza Francia, la gravilla que cubre la losa del edificio hace olvidar que se está en una azotea al sur de la ciudad.
La vegetación, es una extensión de las copas de los árboles vecinos. Los arquitectos buscaron que la piedra y la madera se expresaran con la misma naturalidad.
Simplemente apoyada para distribuir su peso de manera uniforme, una plataforma de acero sirve de base para las columnas pareadas. Fijada a ellas, una estructura horizontal de madera de encino laminada sostiene una última capa de vidrio para proteger de la lluvia.
Un mueble de acero es el accesorio de apoyo para la comida; la mesa, las sillas y los sillones, sugieren cómo ha de usarse el espacio.
Dentro de un marco de madera desprovisto de cubierta, un cuenco semiesférico de acero sin acabado, convoca a reunirse alrededor cuando se enciende el fuego.
La atmósfera general es relajada y al atardecer, la iluminación le confiere un aire acogedor al espacio.