Taller Estrella Jafif fue diseñado para acomodar una amplia gama de actividades dispares pero simultáneas. Ubicado en las Lomas, en el lado oeste de la Ciudad de México, el proyecto se originó por la falta de una cocina kosher local lo suficientemente grande para que el cliente pueda compartir y disfrutar sus habilidades culinarias. A partir de esto, el programa de la residencia se amplió para proporcionar a la comunidad circundante un lugar para pequeños eventos y reuniones. Además de ofrecer clases de cocina kosher, el espacio alberga exhibiciones de arte, clases de yoga, celebraciones de gran tamaño y una variedad de otras actividades que les permiten a los vecinos permanecer en su lugar en lugar y no viajar a través del tráfico prolongado de la Ciudad de México.
El programa se distribuye sobre tres niveles que se entrelazan para facilitar la circulación fluida; el acceso por separado a cada área permite el uso simultáneo y discreto según sea necesario. Se accede por una pasarela desde la calle al espacio principal en la planta baja. Mientras tanto, la entrada a la terraza de la azotea se hace a través de una escalera exterior ajardinada ubicada en el otro lado del edificio; esta área se conecta con el interior a través de la habitación de arriba. El acceso a la cocina es discreto y directo desde el camino de entrada, mientras que una escalera interior se conecta a dos plantas.
La paleta de materiales del proyecto ofrece un equilibrio entre un diseño expresivo y moderno y un fondo simple apropiado para cualquier uso. El concreto, las vigas expuestas y los pisos de madera desgastada, expresan la técnica de construcción y al mismo tiempo enfatizan la escala de doble altura del espacio principal. El diseño realizado por el encofrado, que se lleva de afuera hacia adentro, se refleja en las puertas de madera y el revestimiento de madera interior en el entresuelo para proporcionar un motivo continuo y proponer un juego visual con una paleta limitada.
Siguiendo la tradición procesional mexicana, ambos espacios para eventos tienen sus propios espacios exteriores e interiores, separados por grandes puertas correderas, mientras que la cocina de exhibición también cuenta con puertas de vidrio. Una gran marquesina de vidrio rodea el patio al aire libre para permitir la luz del día y el aire fresco, proteger a los huéspedes y proporcionar un amortiguador de sonido entre las áreas de arriba y de abajo.