Beirut es una arqueología permanente. Enterrada siete veces a través de los tiempos, la ciudad cuenta la historia de nuestros antepasados. En la actualidad, su paisaje construido refleja su historia reciente. Las ruinas de edificios invadidos por la naturaleza se yuxtaponen con los azulejos rojos de las casas tradicionales techadas que aún son testigos de la arquitectura de esta ciudad mediterránea.
Situado en la zona portuaria, el Stone Garden materializa la percepción del arquitecto sobre su lugar de nacimiento. El proyecto surge con una nueva forma arquitectónica que traduce una lectura espacial sensible de la ciudad. Tomando sus raíces del contexto, retrata la capacidad de la arquitectura para actuar como una herramienta de curación y un actor activo en la construcción de la resistencia en tiempos de crisis.
La torre aparece como una escultura dibujada a escala urbana que transforma eventos tumultuosos en una oportunidad creativa y traduce la forma generada por las regulaciones urbanas. Sus aberturas, de varios tamaños, mantienen la memoria de la ciudad y ofrecen múltiples marcos del mar desde el dentro. Habitado por árboles y jardines, las ventanas invitan a la naturaleza para subir al cielo de Beirut. La variedad de sus tamaños individualiza cada piso residencial generando nuevas formas de espacios comunes. El proyecto aparece en la ciudad como un proyecto terrenal de emergencia, su piel está diseñada a la medida. El edifico fue todo trabajado y elaborado por las manos de los muchos trabajadores que huyen de las guerras vecinas. La tierra proyectada, el cemento y las fibras, el la piel del edificio se peina, y su proceso de fabricación es el resultado de la experimentación incremental. El proyecto invita a los artesanos a participar del reino emocional de la arquitectura, transformando la arquitectura en una herramienta de curación que une a la gente.
Hoy en día, la torre sigue en construcción y se eleva como una arqueología viviente, reuniendo una gran cantidad de vida, la memoria, y la naturaleza. También alberga algunos espacios vitales como El Centro de Imagen Mina, que es una plataforma de arte dedicada a la imagen, la fotografía, debates y reflexiones sobre el Medio Oriente.