En la periferia de la ciudad de Nogales, el contacto directo con la naturaleza, compleja y agresiva, obliga a los asentamientos emergentes a domesticar poco a poco su entorno. Las condiciones en el Represo Colosio, al sur oriente de la ciudad, comenzaron a cambiar desde el momento en que se construyó esta infraestructura, hace más de 40 años. El agua provocó que nuevos pobladores se asentaran en los bordes del cuerpo de agua artificial, que se abastece de los escurrimientos de las sierras. A través de los años, la población se ha vuelto más vulnerable a escurrimientos pluviales, erosión y deslaves.
La intervención consiste en restaurar el cuerpo de agua y crear espacio público de esparcimiento, al tiempo que transforma la imagen negativa del cuerpo de agua, sujeto a constantes inundaciones, en un elemento de identidad para la zona.
Las estrategias formuladas a partir de una cuidadosa lectura del contexto, para integrar el proyecto a su entorno natural y social, giran en torno a la contención de los bordes del represo a través de gaviones rellenos de piedra de la zona, y la consolidación de su cortina, junto con la definición y diseño del espacio necesario para dejar fluir a los escurrimientos de la sierra. Todos los espacios al sur del cuerpo de agua están diseñados para inundarse anualmente y volver a servir a sus programas alternativos cuando el nivel del agua disminuye. Un paso de puente atraviesa el caudal para garantizar la movilidad, incluso durante la temporada de lluvias. El espacio cubierto multiusos será un hito y elemento de identidad para la comunidad.