El proyecto se enfoca en la renovación de un edificio industrial para albergar las nuevas oficinas de una empresa farmacéutica. Se busca adaptar el espacio diáfano existente y las oficinas a las necesidades de la empresa, que cuenta con 140 empleados y varios departamentos. Se propone mejorar la envolvente del edificio para regular la temperatura y organizar el espacio de trabajo en dos ámbitos; por un lado, un gran espacio diáfano propio de la actividad industrial y, por otro lado, un edificio para las oficinas.
El espacio diáfano de las naves queda interrumpido por un patio central. Los edificios industriales nos ofrecen mucho espacio y luz, pero apenas nos cobijan de la intemperie, por lo tanto, son caros de climatizar y difíciles de organizar incorporando los matices propios de la actividad de una empresa con 140 trabajadores, una docena de departamentos y que prevé un importante crecimiento a corto y medio plazo. En un espacio de estas características y con el programa previsto, es necesario jerarquizar” el aire para deferir grados climáticos, es igualmente necesario distribuir la actividad del trabajo por cuestiones organizativas y de confort.
Para poder organizar climática y espacialmente la planta continua e indiferenciada alrededor del patio, se incorporó la demanda del cliente de organizar los distintos departamentos en familias o tribus con sinergias propias. La propuesta plantea que estas tribus trabajen en circulo, alrededor de un espacio no programado y con un fuerte componente vegetal. Esta forma admite la idea de colectivo, de relación horizontal entre personas y a la vez permite crear entornos de trabajo donde a tu lado tengas un número limitado de compañeros, creando así atmósferas menos ruidosas.
En el centro del grupo se encuentra el vacio, lugar libre, donde ocurrirán el resto de las actividades. Se propuso una serie de claustros o anillos de panelos de madera CLT, completamente trasparentes y practicables en la cara interior en relación con el verde y completamente opacos y repletos de servicios en la cara exterior, donde se apoyan las mesas de trabajo. La zona de trabajo tiene el ancho adecuado para dos empleados sentados y un espacio de circulación en el lado del patio. Esta disposición de mobiliario y circulación se interrumpe con cerramientos para salas de reuniones a las que se puede acceder desde el interior o directamente cruzando por el jardín central.