Toscanini es un distrito de viviendas sociales construido en la década de 1990 en las afueras de Aprilia. La falta de ejecución de las infraestructuras primarias del barrio ha contribuido al progresivo malestar físico y socioeconómico de una zona de 10 mil habitantes, que lleva décadas esperando los espacios y servicios públicos. Con el tiempo, la negligencia, los delitos menores y la posesión ilegal de viviendas han alimentado un sentimiento generalizado de abandono e inseguridad, haciendo de “la buca di Toscanini (el pozo de Toscanini)” un símbolo del fracaso urbanístico y aumentando la distancia física de los habitantes. Este lugar, alejado de la comunidad durante años, es ahora la nueva plaza: un lugar de encuentro para todo el barrio.
El diseño, además de mejorar la calidad del espacio urbano, se convierte en una acción compleja, que estimula la reutilización y refuncionalización de los espacios públicos. Simultáneamente actúa como una herramienta para fortalecer los lazos dentro de la comunidad que habitará y utilizará esos espacios.
Se nos encomienda a la tarea de dar forma a un lugar que alberga y promueve este proceso, potenciando las características del contexto. Las opciones de diseño se orientan inicialmente en torno a dos aspectos fundamentales: hacer accesible el área, superando la distancia inicial y reemplazándola por un lugar de relaciones abierto e inclusivo; dejar espacio libre para usos y experimentos colectivos, fomentando la apropiación por parte de los habitantes, al tiempo que sugiere nuevas visiones para el barrio. El proceso tiene como objetivo crear un espacio completo pero inacabado, donde la indeterminación es su punto más fuerte.
La nueva plaza, de 8,600 metros cuadrados, está dividida en tres niveles, uniendo la ciudad y “el foso”. En el mismo nivel de la circulación urbana y frente al parque, “la plaza alta” acoge “el anillo”, una estructura regular de hierro pensada para el encuentro de varias generaciones. Aquí hay espacio para juegos y deportes, momentos de ocio y momentos de descanso. El diseño del suelo, en diferentes colores y materiales, organiza actividades y elementos de decoración. El nivel intermedio cumple principalmente la función de conexión: escaleras, escalones y toboganes delimitan en dos lados un sistema de caminos libres accesibles a todos, que conducen a la parte inferior del área.
La “plaza inferior” es un espacio libre de 2,400 metros cuadrados, imaginado para albergar eventos y actividades colectivas, facilitado por un piso industrial de concreto que, dividido en módulos de 2 x 2 m, está abierto a posibles superposiciones futuras. En el centro, un sinuoso asiento en forma de cinta marca el límite de una zona verde de 300 metros cuadrados: “el oasis”.
Más allá de la plaza, la intervención arquitectónica se extiende hasta el Parco Europa, una zona verde de 35,000 metros cuadrados donde un espacio infrautilizado se convierte en un aula al aire libre y una guardería colectiva. Al redefinir y completar los caminos para bicicletas y peatones que atraviesan el parque, el proyecto transforma los espacios públicos del barrio en un sistema. Este lugar, alejado de la comunidad durante años, es ahora la nueva plaza: un lugar de encuentro para todo el barrio.