Obras

El parque como acto urbano

El parque como acto urbano

Nombre del proyecto

  • Rehabilitación del Parque Hidalgo

Diseño arquitectónico y coordinación

  • Taller5 Arquitectos | Elisa Lerma García de Quevedo + Octavio Arreola Calleros

Colaboradores

  • Arq. Julio Rivera Pedroza, Arq. Juan Manuel Vallejo, Arq. Maja Czesnik. Arq. Michelle Ocádiz, Arq. Alexandra Mazatán

Arquitectura de paisaje y articulación urbana

  • 501 Arquitectos |Arq. Carlos María Flores, Arq. Luis Miguel Durán

Zona skate

  • MARCA-ARQUITECTURA | Arq. Mariano Arreola Calleros

Equipamiento urbano

  • Obiect| DI. Alejandro Gutiérrez Ortiz, Marcelo Sánchez Breton

Construcción

  • Constructora GRK

Iluminación

  • Ing. Juan Ignacio rodríguez

Cálculo estructural

  • Ing. Gabriel Vergil Pantoja

Planta de tratamiento de agua y diseño de riego

  • Consyur

Instalaciones hidráulicas y sanitarias

  • Ing. Jorge León Cedeño.

Fotografía

  • Arq. Oscar Hernández

Lugar

  • León, Guanajuato, México

Área

  • 38,000 m2

Año de proyecto

  • 2014

Año de ejecución de obra

  • 2017

 

Espacio público es aquel territorio de la ciudad donde se generan múltiples actividades para que diferentes grupos sociales puedan tener una identificación simbólica y de esta manera promover la apropiación del espacio, ya que es esta dinámica la que otorga una verdadera forma de integración social, dejando de lado la condición socioeconómica, la idiosincrasia, etc., y nos establece como iguales.

El parque Hidalgo era un espacio que carecía de unidad, producto de sus andadores que no planteaban recorridos de interés, además de contar con agresivas protecciones metálicas que impedían el acceso a las áreas ajardinadas, la dispersión de los puntos de reunión y servicios, la vegetación plantada sin un orden claro, la falta de áreas de recreación y esparcimiento, el abandono del mobiliario y la falta de un equipamiento integral. Lo anterior impedía una lectura clara del área de encuentro social y contribuyó al abandono progresivo de las áreas de circulación y de los servicios.

El proyecto de rescate resuelve de forma clara las circulaciones principales y secundarias con la creación de pequeñas plazas en lugares estratégicos —las cuales generan punto de reunión—, la concentración de áreas de esparcimiento juvenil e infantil, la integración de una pista de actividades para deportes urbanos y el rediseño de los módulos de servicios, así como el rescate del foro de espectáculos al aire libre.

En el proyecto de paisajismo se plantea el rescate de las especies endémicas, el saneamiento y reforestación de las áreas existentes además de promover el libre tránsito por las zonas verdes, las cuales están provistas de mobiliario urbano para propiciar el encuentro, sentarse a hablar y compartir lo cotidiano. El proyecto aprovecha la bondad de contar con una planta tratadora de aguas residuales ubicada en la zona poniente del parque, lo que garantizará el riego constante.

Los materiales utilizados buscan mantener una gama de color neutro buscando el lucimiento de tonalidad y texturas “verdes”, así los pavimentos externos y los edificios se manifiestan en concreto aparente. Los pavimentos de las plazas se realizaron en piedra laja con un gesto sutil en tono rojo, mientras que el pavimento del eje de circulación principal crea un ritmo con piezas en diferentes medidas y paños.

El mobiliario urbano resuelve las necesidades del espacio público mediante tres diseños simples definidos por simples trazos geométricos a la vez que da solución utilitaria al transeúnte, tales como aparcar la bicicleta o poder realizar actividades urbanas.

Las acciones de rehabilitación se realizaron conociendo y comprendiendo al usuario como un elemento inherente al espacio, ya que sirve para la construcción y consolidación de la ciudadanía.

El parque tiene ahora la capacidad de acoger los actos urbanos que demanda nuestra sociedad, además de generar un importante detonante social y económico para la zona del Barrio Arriba. Cuando el espacio se dignifica y se hace cívico permite al usuario sentirse parte de un contexto humano y generar una nueva memoria sobre el nuevo entorno, aparece así la identidad con él mismo, su codependencia y apropiación’.

La primera etapa (Zona Oriente) fue concluida en noviembre del 2017.

 

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