La histórica ciudad de Alcalá de Henares, enclavada en el valle del río Henares y en pleno centro de la península ibérica, es una ciudad que ha crecido con desmesura desde los años sesenta. A lo largo de cuatro décadas la expansión urbana a su alrededor ha levantado barrios sin ningún planeamiento, que han fragmentado la identidad paisajística que queda dispersa y reducida al tránsito residual.
El ayuntamiento de la ciudad, bajo este relato y en colaboración con el equipo de ADORAS atelier arquitectura, inició un proceso para reformular el diálogo entre la ciudad y las zonas verdes del Distrito V. Así nació el proyecto de renovación del Parque Andalucía, área inaugurada en 1993 que, con el transcurso de los años, se ha convertido en lugar de tránsito para los vecinos y se ha desvinculado de su principal función: dotar de un espacio agradable y seguro que invite a la permanencia y, a su vez, a la pertenencia. La propuesta de ADORAS parte de un diagnóstico previo abordado desde diferentes enfoques y un profundo proceso de escucha vecinal. El objetivo era devolver al parque su principal función por medio de un espacio de alto valor ecológico y cohesión social enfocada en el usuario y en las raíces de su identidad perdida: el río Henares y la Puerta Andalucía.
En el parque predominaban las superficies duras de tránsito (4,665 m2) frente a las superficies verdes (1,861 m2). A la hora de dar nueva vida al parque, se concibió este como un tapiz vegetal repleto de pradera y árboles, mientras que los caminos se llevaron a su mínima expresión para crear un solo paso en diagonal accesible – que era el que más utilizaban los vecinos – junto a otro más pequeño, transversal a la parada del autobús. Se realizó un minucioso estudio paisajístico para favorecer la biodiversidad del parque, se ampliaron los parterres, la vegetación y se introdujeron nuevas especies arbustivas ordenadas por requerimientos hídricos para mejorar la eficiencia en el riego. Así, se han incrementado las superficies verdes en 4,896 m2 y se redujeron las superficies duras a 1,630 m2.
Más allá de proporcionar estos espacios vegetales al aire libre, el parque queda vinculado al tejido histórico para recuperar su identidad. Así, se potencian dos elementos que versan sobre su origen: el Río Henares y la Puerta Andalucía. Para el primero de ellos, y como elemento integrador de toda la propuesta, se diseña una pérgola luminosa elevada que, sinuosamente, va recorriendo todo el parque, a semejanza del río Henares. Esta iluminación se concibe como un elemento escultórico funcional que consigue dotar de identidad y pertenencia a todo un barrio. Para el segundo elemento se realizaron dos actuaciones que permiten al parque reencontrase con sus raíces andaluzas. Por un lado, se da mayor protagonismo a la Puerta de Andalucía, con una pequeña réplica de la madrileña Puerta de Alcalá, que cuenta con motivos andaluces como el estuco blanco y los azulejos, que ha sido potenciada a través de un mural integral.