El Respite Pavilion es una estructura nueva e intrigante, diseñada por Graeme Massie Architects, que se encuentra en los terrenos del nuevo Woodland View Community Hospital en Irvine, en la costa de Ayrshire en Escocia. Woodland View es una instalación de salud mental y hospital comunitario, encargado por NHS Scotland, que reúne una amplia gama de instalaciones para pacientes ambulatorios e internos.
El pabellón Respite fue encargado en el marco de la estrategia artística “Puntos de vista”, que tiene como objetivo volver a conectar a los pacientes, el personal y los visitantes con el paisaje más amplio de Ayrshire. Desarrollada por Donald Urquhart y Will Levi-Marshall, la estrategia artística incluye el trabajo en una amplia gama de disciplinas creativas: bellas artes, fotografía, cine y arquitectura.
El acceso a entornos al aire libre, y el estímulo de un estilo de vida activo, desempeña un papel importante en relación con la enfermedad mental y el bienestar y la memoria presentada por Graeme Massie Architects respondió a estos temas. Era clara y directa, pero también increíblemente abierta la idea fue de simplemente crear un lugar protegido para sentarse en el paisaje abierto que rodea el hospital. El Respite Pavilion por lo tanto proporciona un lugar importante de relajación al aire libre, alentando a pacientes, personal y parientes a escapar de las salas y salas de espera del hospital por el paisaje abierto del campus más amplio.
Tres planos rectangulares, cada uno con una abertura circular, se cruzan para formar un pabellón dispuesto alrededor de un grupo de abedules. El pabellón enmarca las vistas y crea un microclima exterior más acogedor, protegido del viento pero abierto al sol y al cielo. Los asientos están dispersos, lo que facilita la ocupación de grupos e individuos.
La construcción explora cómo la tierra y la geología de un área pueden ayudar a crear un sentido significativo del lugar, enraizándolo en un contexto paisajístico más amplio. Un plano de tierra define el alcance de la intervención y está formado por arenas y gravas de tonos rojizos. Sobre esto, la estructura se forma con concreto aparente con pigmentación de óxido de hierro, para crear una afinidad terrenal con la geología de la región más amplia de Ayrshire.
La forma resultante es deliberadamente ambigua, con ecos a una ruina arquitectónica, un jardín amurallado o incluso una capilla al aire libre. Esta incertidumbre permite que los usuarios den su propia interpretación y significado, reviviendo recuerdos de lugares fuera de las limitaciones del entorno hospitalario y conectándolos a un paisaje familiar.