A partir de la redefinición de la imagen de TV Azteca, se plantea un proyecto arquitectónico –compuesto por una serie de espacios de trabajo y oficinas destinados al uso de todos los empleados y directivos sin distinción– que permita reforzar la nueva visión integral de la empresa. La manera de abordar dicho reto se traduciría en una intervención arquitectónica resuelta a través de una solo gesto (cubierta) que albergará el programa solicitado contenido en cubos de cristal, resaltando de esta manera la horizontalidad y transparencia.
El proyecto se desplanta dentro del campus principal de la televisora, sin relación con el exterior, sobre una plancha de concreto existente. Esta condición demandó el planteamiento de una solución de fácil construcción y con la menor cantidad de obra civil posible para, así, evitar excavaciones. Para ello, se optó por el uso de columnas y vigas metálicas habilitadas en taller, logrando una gran optimización de tiempos de construcción consecuentemente.
En términos generales, el proyecto está resuelto por medio de cubos de cristal de distintos tamaños, bajo el resguardo de una gran cubierta, conectados entre sí por medio de una pasarela central que, a su vez, distribuye a los nuevos andadores y plazas exteriores.