Nuestro Sueño es una caja de arcilla que contiene la casa. Estructuras de concreto con base en un módulo de 60 cm marcan y distribuyen el programa. El corazón de éste, al igual que en las casonas oaxaqueñas, es la cocina y el patio central. Ventanales de acero plegables transforman el espacio y desvanecen la barrera entre el interior y el exterior, por lo que los espacios se flexibilizan y se disponen para la convivencia.

Para el interior de la casa se pensaron en distintos usos, como espacios para el ocio, el huerto, un taller de ebanistería y un un cine/galería que pueda mostrar la colección de piezas artísticas de los clientes. La casa se diseñó con pasarelas amplias y espacios para adecuaciones futuras.

En la planta alta se encuentra la habitación principal. El planteamiento fue que la luz del amanecer fuera la primera que ingresara. El núcleo de servicios lleva a la terraza, la cual tiene vistas a la Sierra Madre Sur. La vegetación circundante y el interiorismo crean espacios llenos de color.

La idea detrás del proyecto fue la de crear un espacio que hiciera sentir bienvenidos a sus habitantes, una pareja mayor. Esta casa les dice que, finalmente, están en Oaxaca.