On Architects, un estudio coreano, diseñó NONSPACE, un proyecto para regenerar un pueblo conocido por el cultivo de arroz y flores. Con una población con adultos mayores, el proyecto propone nuevas posibilidades de vida a través de una instalación experimental intercultural, o “cross-space”, que permite interacciones entre diversas culturas.
En las intersecciones entre los órdenes de anchura y profundidad se tejen “espacios cruzados”. Cada espacio cruzado tiene la posibilidad de tener extensiones para diversos programas. No se trata de un espacio físico universal, sino de un espacio experimental diferenciado, de ahí el nombre de “NONSPACE”. La intención es que sea la plataforma espacial de un complejo cultural local del sector privado que vaya más allá de las funciones de los espacios comerciales ordinarios, incitando a las culturas a fusionarse e interactuar entre sí como parte de un proceso para crear lo nuevo. Los espacios cruzados creados en los órdenes de anchura y profundidad producirán una nueva variedad de culturas cruzadas de forma extensible.
Se experimentó la construcción de concreto visto con paja de arroz para producir una atmósfera interior en la que uno se sintiera como si hubiera entrado en un espacio tejido . Antes de colocar el concreto, se colocaron las gavillas de paja de arroz sobre el encofrado de la losa y se empaparon con agua para que absorbieran la humedad del hormigón. Al final, se retiraban el encofrado y las gavillas, pero la paja de arroz se quedaba pegada al hormigón. Con el tiempo, la atmósfera del espacio irá variando a medida que la paja sufra cambios.
Al entrar en el espacio transversal de la entrada, se puede sentir el cielo cambiante y el viento, y se puede percibir la existencia del agua a través de sonidos que fluyen emergiendo de un hueco en el suelo. El agua proporciona placer auditivo, más allá de un simple dispositivo visual. En el interior, los espacios de servicio se dividen en dos lados opuestos, y la fuente de los sonidos del agua se hace visualmente evidente. Con árboles para las cuatro estaciones, los visitantes descubren otro espacio vacío que asegura una sensación visual de apertura con un paisaje pedregoso.
Caminando por el espacio interior, se pueden encontrar diferentes elementos de la naturaleza: apertura y cierre, contracción y expansión, y brillo y oscuridad. En los extremos de los nueve espacios creados por los órdenes de anchura y profundidad, el estímulo visual incluye una variedad de paisajes exteriores. Los guijarros bajo los pies al caminar por la azotea crean sonidos agradables que acompañan al sonido del agua que fluye.