A orillas del río Sena en el distrito 4 de París, sobre el boulevard Morland se sitúa la antigua prefectura de París.
El edificio, que originalmente albergó administración de la ciudad, fue terminado alrededor de 1960 por el arquitecto Albert Laprade. El complejo existente comprendía originalmente una torre de 16 pisos flanqueada por dos de 9 pisos alas, que formaban un cuadrado frente al boulevard. Como consecuencia de la gran escala, la trama estricta y repetitiva de la fachada, el complejo presentaba un recinto cerrado y de apariencia inabordable, que también se reflejaba ante la plaza que lo acompaña, dejándola totalmente sin uso y sin vida.
En el contexto de la convocatoria de proyectos ‘Réinventer Paris’, se estipuló generar nuevos conceptos para 23 sitios por equipos interdisciplinarios; que incluyeron arquitectos, desarrolladores, arquitectos paisajistas y artistas. El equipo David Chipperfield Architects Berlin y la promotora francesa Emerige ganó el concurso para desarrollar el complejo Boulevard Morland.
El nuevo ‘Morland Mixité Capitale’ es el resultado de la remodelación y ampliación de los edificios existentes. Tomando como punto de partida al complejo anterior, se logró una intervención que el principal objetivo fue transformarlo en un lugar vivo y abierto, con el carácter de un campus, emanando un efecto positivo para el vecindario en general. Se proyectaron dos nuevos volúmenes de construcción frente al boulevard y el Sena, que median entre la escala de los edificios existentes y los vecinos, contribuyendo a la reparación de la ciudad. Los volúmenes se elevan sobre el suelo para crear un nuevo eje público que proporciona un pasaje desde el boulevard hasta el río Sena. El pasaje se caracteriza por una serie de arcadas en planta baja que actúan como contraparte de la estricta grilla de columnas del conjunto existente. Las arcadas establecen un atractivo gesto de entrada al campus, guiando a los transeúntes hacia el interior del conjunto.
Preservar y desarrollar aún más el edificio existente no solo garantiza un respeto a su historia, sino que también forma un componente esencial para el concepto de sostenibilidad.
Se contempló un bajo consumo de energía y recursos, entre otros cosas, basado en el intercambio de calor y una fito-purificación cerrada dada por un sistema de jardinería urbana en cubierta. El complejo se adapta a una amplia gama de usos: viviendas, un hotel, un albergue juvenil, oficinas, tiendas, una galería, un mercado de alimentos y una guardería. Los dos pisos superiores, que solo fueron accesibles al público durante algunos años, tras la finalización del edificio original, se abren de nuevo al público. Estos pisos, albergan una instalación de arte habitable de Ólafur Eliasson y Sebastian Behmann de Studio Other Spaces Berlin, un bar y un restaurante.
Desde allí, los habitantes y visitantes pueden disfrutar de amplias vistas de la capital francesa.