El Museo de Bellas Artes de Qujiang está situado al principio de la ciudad Datang Everbright de Xi’an, al sur de la famosa Pagoda Gigante del Ganso Salvaje. La propuesta de Neri&Hu adopta la idea de un monumento urbano monolítico como concepto rector, no sólo para satisfacer las nuevas funciones culturales y comerciales del museo, sino también para servir de ancla y símbolo duradero de la historia social para el tejido urbano circundante. Dado que las inmediaciones del terreno están ocupadas por galerías ya existentes, la intervención de diseño minimiza el impacto del nuevo edificio mediante una cuidadosa consideración de la masa arquitectónica y los detalles.

El edificio consta de cuatro partes: la base parcialmente hundida, el recinto de circulación del paseo escultórico, la plataforma elevada del podio y, por último, el monumento. Toda la base está acabada con hormigón moldeado in situ. Parcialmente hundida respecto al nivel de la plaza existente, la base se concibe como un suelo continuo para el público. En la entrada a la primera planta, Neri&Hu ha conservado parcialmente la amplia escalinata original. Los escalones descienden para conectar con una plaza hundida. La sólida base de hormigón contiene los antiguos espacios del museo y el restaurante, que se han conservado, junto con nuevas funciones insertadas, como espacios comerciales y aseos públicos. Estas funciones complementan las actividades de la calle peatonal adyacente.

Desde la plaza de la planta baja, una serie de escaleras mecánicas conducen al museo subterráneo de la planta B2. Las escaleras mecánicas están ocultas dentro de una forma escultural, con espacios de juego seccional entre compresión y expansión, rematados con un pozo de luz de tres pisos en la base de la plaza hundida, que proporciona una sensación de dramatismo e intriga.

Justo por encima de la base hundida se encuentra la plataforma, que se expresa como una construcción de postes y dinteles; una retícula de columnas de piedra y muros cortina de cristal que soportan un tejado flotante que alberga espacios comerciales. Este nivel comercial se expresa intencionadamente como un muro cortina para resaltar la separación entre el lenguaje tallado de la base y la masa circular esculpida de la potencia cívica superior.

El nuevo edificio está coronado por el Monumento, que alberga un salón en la segunda planta y un anfiteatro al aire libre en la superior. El alzado está compuesto por unidades de mampostería de travertino rojo en forma de diamante dispuestas a intervalos para acentuar la transmisividad de la luz. En el extremo noroeste del edificio existente del museo, un pasaje conduce directamente a la terraza exterior del segundo piso, concebida como un anfiteatro en forma de cuenco hueco. La terraza actúa como una gran extensión de los programas de restauración y entretenimiento del salón. Este espacio actúa como un foro abierto al público en el que se celebran diversas actividades, al tiempo que sirve de plataforma para actuaciones privadas y pasarelas.