Metamorfo es el resultado de una aventura, un lugar divertido que ofrece un área especializada de juegos infantiles y una tienda de juegos de mesa con zona de exposición, torneos, clases y demostraciones. Un espacio para jugar, que busca incluir a adultos, familias y niños.
El proyecto responde a la ambiciosa necesidad de conseguir este espacio de encuentro, flexible y representativo de la marca, con un presupuesto mínimo. La intervención se centra en tres estrategias de diseño: planta libre, capacidad máxima de almacenamiento y contraste material.
El local está situado en la planta baja de un edificio de viviendas construido en 1994. Se ubica entre dos locales comerciales y cuenta con dos crujías de un ancho total de 6m. Además, tiene acceso directo desde la calle en toda su fachada norte y cuenta con dos pequeños huecos de ventana hacia el patio interior, a sur.
El primer paso fue evitar la fragmentación con paredes divisorias para permitir que la luz natural llegue a todos los rincones. El espacio renovado media con una fuerte inserción geométrica, que contiene los espacios privados y facilita una visión general del espacio desde la entrada y el mostrador.
Una vez se accede, se despliega un alto espacio diáfano. Un espacio principal dividido, pero no separado, en tres grandes zonas: el área de exposición y juegos infantiles en la entrada, un estrechamiento donde se ubica el mostrador y, por último, la zona de juego y torneos. Los espacios privados no se pueden ver, pero se pueden imaginar. La intervención plantea incorporar una serie de cortinas para dividir el espacio principal de acuerdo con las necesidades de cada evento.
El espacio está organizado por tres singularidades: la caja de color, la isla de azulejos y el pavimento de madera. Todo insertado en un espacio neutro que significa e identifica cada uno de los usos. Cada evento revela un color distinto, adoptado hoy por la intervención.