REFERENTES DEL MUNDO DEL ARTE Y DEL DISEÑO DE INTERIOR
Dentro de la multitud de objetos bellísimos que el diseño interior ha traído a la historia de la arquitectura, el biombo destaca como inspiración formal y espacial para nuestra propuesta. La Sala Vip se estructura alrededor de una serie de biombos que se convierten en el hilo conductor del espacio, cuya combinación ofrece un carácter hogareño y acogedor.
En los primeros idiomas que lo designaron, el término significaba “pantalla de protección contra el viento”. Ese era su propósito original: evitar que el viento soplara dentro de las habitaciones. Posteriormente, el biombo, y como él los elementos que utilizamos para organizar nuestros espacios en la sala VIP, han pasado a consistir en un conjunto de paneles unidos mediante articulaciones, que pueden doblarse y plegarse y son usados para separar, sin aislar completamente, espacios menores, más privados o con un uso restringido dentro de un recinto más amplio.
En la sala, además de recrear memorias domésticas de muchas casas, nos ha permitido invitar al visitante a un viaje: un tributo a las calles del mundo donde todavía se negocia, se conversa, se reposa, se disfruta de largas comidas de negocios o placer y se ofrece hospitalidad al visitante. Nuestra sala comienza, en el área de recepción, brindando al visitante pequeñas terrazas que le permiten imaginarse en Dublín, Londres, París o Atenas. En la parte central de la sala, el lounge bar, la inspiración nos lleva a Oriente Medio a zocos y medinas. Terminamos el viaje en un restaurante que parece llevarnos al Bali más floral, colorista y cosmopolita.
Para componer este gran collage, nos hemos inspirado en muchas obras de arte, pero muy particularmente hemos querido homenajear al Gran Vidrio de Marcel Duchamp. El enigma visual que esa obra propone, ha hecho posible imaginar un espacio donde los muebles de El Corte Inglés muestran su capacidad de recrear casi cualquier tipo de ambiente. Una inspiración que esperamos que despierte en el visitante una mirada creativa hacia su entorno, incorporando objetos desechados o que no se utilizan. Esperamos que el visitante deje la Sala Vip pensando que, tal vez, pueda hacerse una pequeña cabaña con los restos de los muebles desechados que guarda en el garaje. Compartir el redescubrimiento de esa belleza de lo usado y extender la creencia de que nuestra imaginación puede darle nuevas vidas a lo que íbamos a tirar es, nuestra pequeña contribución para afrontar la crisis ecológica de nuestro planeta.
LA FILOSOFÍA DEL CRADLE TO CRADLE
Hay estadísticas que dicen que la mayoría de los objetos se desechan cuando solo ha pasado el 30% de su vida útil. También que una familia media europea de 4 miembros que en los años 30 del siglo XX tenía 20 o 30 objetos pose ahora 2000 o 3000 enseres. Estos datos nos invitan a que revisemos el vínculo afectivo que guardamos con lo que nos rodea, con nuestras, cada vez más abundantes, pertenencias.
Los diseñadores no podemos contentarnos ya con crear objetos hermosos y funcionales: tenemos que evitar la obsolescencia prematura, pensar en nuevas vidas para los útiles diarios y tratar de que nuestros diseños sean la segunda oportunidad de otros objetos. En este contexto, trabajamos bajo la filosofía denominada ‘de la cuna a la cuna’ que consiste en una cultura de diseño basada en la imitación de la naturaleza o en la conexión con ella que propone idear y construir cada objeto teniendo en cuenta el origen, uso presente y futuro de todos los materiales involucrados, con el objetivo de no generar residuos y de que el balance energético sea nulo o incluso positivo.
LA FILOSOFÍA DE EL CORTE INGLÉS (Una empresa que es parte de nuestra vida y nuestra cultura)
Además de estas aspiraciones medioambientales, trabajar para El Corte Inglés ha sido una invitación a pensar en el diseño democráticamente: un diseño para todos, para familias de diferente condición, para personas con diferentes profesiones, para gustos que parten de experiencias variadas. Este trabajo nos ha permitido romper otra lanza a favor de una innovación y de una creatividad democrática: antes de tirar, cualquier de nosotros, puede darle un nuevo e impredecible uso a ese objeto que siempre fue para él importante y ahora no usa más. ARCOmadrid 2016 era la mejor ocasión para invitar a todos a mirar alrededor con los ojos de Duchamp: tras esa bicicleta que se oxida en el garaje hay una gran lámpara, silla o un enigma visual. Algunos ejemplos de esta lógica son las mesas compuestas de muchas tablas de cortar, donde cada visitante tiene un espacio propio, los sillones hechos a partir de cunas o el empleo juguetón de estores para dar intimidad, identidad y propiciar la conversación en diferentes espacios.
Los comentarios de los visitantes han sido muy significativos: a cada uno la sala le recordaba al mejor viaje que había hecho. Hay quien veía Bangladesh y quien veía Marrakech en el “Área central”. Lo que el espacio hace es activar memorias positivas. Los visitantes han recordado también que las primeras impresiones sobre qué era China u Oriente llegaron a España de la mano del El Corte Inglés.
Merece la pena no olvidar que el objetivo último de todos nuestros diseños es hacer un lugar agradable y cálido. Un lugar donde los visitantes se sienten como invitados de un anfitrión que se esfuerza en agradar. En un espacio como Ifema, este es todo un reto. Los almohadones, textiles, alfombras, vegetación natural y lámparas, ha sido seleccionados con este fin. ¡Vengan ustedes a nuestra casa y juzguen si lo hemos conseguido!