“La habitación del té reflexiona sobre una arquitectura mínima que pueda integrarse, entender y ser parte de su entorno; manteniendo un equilibrio entre lo nuevo y lo existente para poder generar espacios de compartir”
El proyecto se ubica en una zona agrícola del cantón Baba – provincia de Los Ríos – Ecuador, sobre un canal de agua, rodeado de flora y fauna local. Don Pepe, un adulto mayor, mantiene el hábito de tomarse una taza de té y café con su familia cada tarde y lo lleva haciendo durante años. El objetivo fue mantener esta tradición dentro de un espacio que permita mantener una conexión familiar junto a la naturaleza, de forma adaptable a varios usos cotidianos.
El proyecto con dimensiones de 8m x 4m se eleva sobre un canal de agua, apoyándose sobre dos estructuras preexistentes de hormigón que iban a ser utilizadas para la construcción de un puente. La habitación se configura desde su envolvente con un sistema básico de cerchas de madera extraída del mismo sitio, construidas con mano de obra local. El uso de paneles de vidrio estáticos y móviles, permite abrirse hacia el entorno y desdibujar el límite construído, dándole continuidad al paisaje. El programa flexible se complementa con un mesón multifuncional y un baño.
La vista desde el interior remata con puertas de celosía plegables que se abren a la terraza /balcón donde un pasamano abatible define el último límite del proyecto; que, junto a las escaleras laterales de piedra de río, poder sentarse y tener una conexión directa con el agua es posible.
La habitación del té, emerge como un gesto para entender las posibilidades de un espacio abierto que converge dentro de un entorno de riqueza natural. Se afirma como un espacio flexible, donde el yoga de la mañana, la visita de fin de semana, el té del atardecer y los partidos de fútbol de los domingos pueden darse en un solo espacio.