Obras

Kiosco contenedor, Universidad Marista de Mérida

Kiosco contenedor, Universidad Marista de Mérida

Presentado por:


Nombre del Proyecto: Kiosco Contenedor
Alumnos: Amairani Andrade Arcila, Luis Bolio Mayo, Paola Briceño Sánchez, Alessandra Can Ferraez, Juan Luis Casillas Jiménez, Ligia Castillo Cervantes, Andrea Cervantes Quiroz, Manuel Escolar Solana, Juan Carlos García Estrada, Daniel Gutierrez Puerto, Jeffrey Hernández Herrera, Fernando Kantún Koh, Zareth Lope Nah, María José López Vadillo, Daniela Martínez Vargas, Jorge Peón Patrón, Abigail Pérez Zapata, Aranza Rodríguez Argaez, Julián Santín Díaz, Alberto Valdemar Osorio, Susana Vales Díaz, Diego Villegas Curiel
Tutores: Román Cordero Tovar, Izbeth Mendoza Fragoso y Daniel Rodriguez Lara
Ubicación: Alameda Central, Ciudad de México, México
Fecha: 2019
Fotografía: By Jasso


 

El Kiosco Contenedor es el pabellón diseñado por los alumnos de la Universidad Marista de Mérida. En esta edición se propuso una pieza que (re)marca y enfatiza una región lúdica. Ubicado alrededor de una de las ninfas de la Alameda Central, el pabellón tuvo como objetivo relacionarse con el sitio mediante dos actividades.

La primera, introvertida, húmeda y activa, pensada para tener una interacción con la fuente y las actividades que se realizan cotidianamente (el problema en ese caso es que en la actualidad, la Alameda Central tiene las fuentes desactivadas por falta de presupuesto para su mantenimiento. Este dato se supo a pocas semanas del Festival, cuando el proyecto ya estaba en marcha). La segunda, extrovertida, contemplativa y que buscaba una conexión con el entorno urbano.

El diseño fue un gran paralepípedo de más de ocho metros de lado por seis metros de alto, compuesto por un patrón de contenedores agrícolas de color negro, con dos accesos y un gran ventanal que desde fuera permitía ver la escultura de la ninfa. En total, más de 1400 cajas construían un gran envoltorio que filtraba la luz y regalaba a los usuarios una banca perimetral interior y otra en el exterior.

Parte del proyecto era no generar residuos, por lo que el último día, los alumnos de la universidad pusieron en venta (a 10 pesos) las cajas de plástico negras a todos los visitantes que estuvieran interesados. La mayoría de cestas se las quedó uno de los comerciantes de la Central de Abastos de la Ciudad de México.

 

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