La Esplanade Tranquille constituye la última fase de un proyecto de ordenación de los espacios públicos del Polo Oeste del Quartier des Spectacles de Montreal. Su nombre rinde homenaje a la librería Tranquille, antes situada en éste sitio que fue un lugar importante en la historia contemporánea de Quebec donde se lanzó el manifiesto mundial Refus en 1948. Situada en un punto neurálgico del núcleo urbano, en la confluencia del bulevar Saint-Laurent y la calle Sainte-Catherine, la explanada tiene una vocación complementaria a la de la Place des Festivals al ofrecer a los ciudadanos una pista de hielo en invierno y un poco de verdor y frescor en verano. Un variado programa de espectáculos y actividades la convierte en un lugar de relajación y entretenimiento durante todo el año. Dinamiza el proceso de transformación del centro de la ciudad, que se está convirtiendo cada vez más en un entorno habitado de forma diversificada, como valida la construcción de nuevos edificios de apartamentos adyacentes a este nuevo espacio público.
Siguiendo el plan de desarrollo del Quartier des Spectacles, la explanada incluye un edificio de servicios lineal perpendicular a la calle Sainte-Catherine que bordea una plaza pública. Esta plaza pública acoge espectáculos durante los festivales que se suceden en verano, y se transforma en pista de hielo refrigerada en cuanto llegan los primeros fríos. Para facilitar estas transformaciones, el mobiliario público, que incluye sillas, mesas, sombrillas, braseros, papeleras, quioscos de servicio, vallas, escenarios y juegos móviles, se almacena en el sótano para desplegarse cuando sea necesario. La integración de la explanada en el proyecto del Quartier des Spectacles se ha realizado aplicando los materiales y elementos de mobiliario urbano característicos de las primeras fases ya realizadas. El concreto blanco prefabricado, el pavimento de granito gris, las lámparas de pie, los paneles de revestimiento de aluminio blanco y los acentos de color rojo contribuyen a marcar claramente la pertenencia del proyecto al Barrio respetando la visión que le dio origen.
El volumen del edificio lineal se ha segmentado en tres espacios, separados por terrazas y en gran parte fenestrados, y análogos a los escaparates habitados que bordean la Place des Festivals. Estos tres palcos, situados en el piso superior y que contienen zonas de descanso para el público, tienen una estructura de madera maciza que evoca el ambiente tranquilizador y cálido de un chalet, al tiempo que dan a la pista de hielo y al espacio público.
La Esplanade Tranquille aprovecha la experiencia acumulada a lo largo de los años desde el desarrollo del Distrito Internacional y, posteriormente, del Quartier des Spectacles. En el centro de esta transformación está la aplicación de una estrategia que consiste en desarrollar espacios públicos de calidad que provoquen, por efecto dominó, una revitalización inmobiliaria en su periferia. Un urbanismo pasivo que se contente con regular la densidad y la elección de los revestimientos no basta para construir una ciudad. Nos complace haber podido contribuir a la puesta en práctica de una visión más generosa y transformadora, más necesaria que nunca para hacer frente a los retos que plantea el debilitamiento del ecosistema del sector terciario.