Veinte unidades de 20 metros cuadrados, dispersas en el paisaje del Valle de Guadalupe en Ensenada, Baja California, conforman el hotel Encuentro Guadalupe. Es un desarrollo turístico de 94 hectáreas que cuenta con sus propios sembradíos de uva, zona de eventos, degustaciones y restaurantes para huéspedes y público en general durante todo el año.
Se buscó intervenir lo menos posible el territorio, por eso el diseño estructural funciona como un esqueleto que eleva cada volumen y evita que tenga contacto con el suelo. Las cajas están forradas con láminas de acero corten, que logran mimetizarse con el paisaje por las tonalidades que despliega el material a lo largo del tiempo.
Las cubiertas de las cajas se separan para dar paso a la luz y la ventilación. Este plano despiezado se inclina con sutileza para señalar el acceso a los volúmenes. El hotel se basa en el concepto de acampar con el lujo y confort del alojamiento contemporáneo para brindar al usuario una experiencia única en la que el paisaje y la naturaleza son los protagonistas.