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El punto de partida eran dos viviendas independientes, situadas sobrepuestas en la planta baja y entresuelo de un humilde y viejo bloque de viviendas entre medianeras en el corazón del Raval, en Barcelona. Ambas viviendas se encontraban en un estado absoluto de abandono y devastación.
El requerimiento del cliente era centrar los espacios principales de vivienda en la planta entresuelo, y ampliar éstos en la planta baja con otros espacios de función más difusa que pudieran usarse como salón, estudio, zona de trabajo…
La propuesta es clara y directa: insertar dos cuadrados de 2 metros de lado girados 45º respecto al eje dominante, en medio del espacio, solapados en sus vértices, sin llegar a tocar los paramentos originales, y extruidos atravesando ambas plantas. Un gesto sencillo y rotundo en el que dos formas ideales, dos cuadrados perfectos extruidos, se imponen en la irregularidad existente y ordenan todos los espacios en planta sin necesidad de más medios o elementos: uno de los cuadrados albergará la escalera de comunicación de ambas plantas, y el otro servirá al dormitorio en la planta superior, y espacios de aseo y office en planta baja. El propio giro de los cuadrados hace que los espacios a su alrededor se especialicen sin necesidad de puertas o cerramientos adicionales (salvo aquellas que aportan la necesaria intimidad a baños y dormitorios), ya que los nuevos volúmenes, al acercarse y alejarse de los muros perimetrales, caracterizan los ámbitos.
La rotundidad de la propuesta discurre paralela a una perseguida complejidad espacial interior, y a una decidida intención de no evidenciar los espacios y los recorridos. Así, la escalera está encerrada en uno de los volúmenes, y su trazado en espiral persigue desorientar y ocultar para sorprender en los desembarcos; con el mismo propósito, existen múltiples ejes de simetría que doblan los recorridos y aumentan la experiencia espacial, como por ejemplo en el desembarco de la escalera en la planta baja con las dos posibles salidas, o todos aquellos ejes que se sitúan en los vértices de los cuadrados; el recinto del baño en la planta superior, el más aislado y privado del conjunto, se corresponde y desdobla con su espacio negativo, un vacío a doble altura que comunica ambas plantas; el forjado de la planta superior, altamente reforzado, se interrumpe antes de llegar a la fachada para tocarla mediante un paño de suelo acristalado, comunicando ambas plantas y aislando así el muro de fachada existente, incluso las carpinterías exteriores correderas se colocan en el plano interior de dicho muro; ningún elemento toca los volúmenes, que se leen independientes en el interior, terminando justo antes de tocar el techo; luces, pomos de puertas, rociadores de las duchas, sumideros… todos los elementos reproducen en su instalación el giro de 45º respecto a la superficie donde se insertan…
El tratamiento de colores y materiales destaca los dos volúmenes extruidos, que se revisten de pintura de acabado dorado y brillante mezclada con polvo de oro y acabado barnizado, rodeados de revestimientos blancos (microcementos y pinturas) que revisten y cubren los perímetros existentes. El interior de la escalera, excavado en uno de los volúmenes, es un mundo oscuro de color negro que contrasta con los blancos exteriores, al igual que la zona de cama en el dormitorio, excavado en otro de los volúmenes, y cubierto con tableros de madera OSB pintados y barnizados de negro. Los marcos de las puertas (todas de vidrio) y huecos, son o bien de latón o de acero negro en función del espacio al que dan acceso; bisagras y tiradores son igualmente de latón o cromadas… El código de material y color siempre obedece al carácter del elemento donde se aplica, ya sea existente o nuevo; ya sea interior a los cuadrados, o exterior.
La intervención estructural exigió desde un primer momento, desde el replanteo de la cimentación, una alta precisión en la situación de los cuadrados centrales, así como en el corte preciso de las vigas de madera existentes para abrir los huecos y dobles alturas. Las vigas de madera cortadas, o bien descansan sobre los nuevos pórticos de acero, o se apoyan en el ala inferior de las nuevas vigas, siempre con el objetivo de permitir la extrusión limpia de los cuadrados.
El dúplex está equipado con calefacción por suelo radiante mediante un sistema altamente eficiente de aerotermia.
En la planta baja, tres pinturas existentes de origen brasileño se han conservado, y el recorrido interior planteado las sitúa justo a la salida de la escalera. Estas pinturas son el motivo de que la clienta, de origen brasileño, decidiera inicialmente comprar estas dos propiedades y acometer el proyecto.