Los espacios más representativos del poblado Agua Verde en Nayarit son aquellos de vocación pública: la iglesia, las escuelas y las áreas deportivas y de encuentro. El gran espacio abierto en el que se ubica la propuesta contaba con construcciones abandonadas y con severos daños estructurales, así como espacios deportivos informales y poco adecuados. Aunque dicho espacio articulaba escasamente diversas actividades de los habitantes, no contaba con jerarquías espaciales, orden, una estructura espacial que fomentara mejores usos y mejores relaciones ni con un espacio techado requerido por la comunidad.
El proyecto contempla la conformación de diversos espacios, diversos usos, condiciones de luz y sombra y un espacio techado para alojar fiestas y eventos de la comunidad. La estrategia proyectual consiste en subdividir la manzana a través de diversas densidades de vegetación, cambios de texturas y pavimento, la integración de cambios de nivel que delimitan los espacios, al tiempo que crean gradas y la incorporación de una cubierta ligera, diseñada bajo los principios de la tensegridad, que ofrece el espacio central, sombreado y protegido, solicitado en el programa. Las canchas de futbol y sus graderías así como los jardines de infantes y jóvenes giran y se disponen alrededor del espacio central y se relacionan directamente con el espacio público del poblado.