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Pero sólo ahí, cuando están el programa y el sitio, es cuando se te ocurren las cosas… Creo que el contexto es inevitable
Mauricio Rocha
Ubicado entre el desierto y el mar del territorio de Baja California, se encuentra Cuatro Cuatros un propuesta de desarrollo integral que habita el paisaje desértico, logrando un equilibrio entre la naturaleza y cada uno de los gestos por medio de los cuales la arquitectura interactúa y otorga personalidad a las 356 hectáreas que componen el proyecto.
Es el trabajo reflexivo que caracteriza la obra de Mauricio Rocha y su Taller de Arquitectura, el que ha cobrado valor para dibujar y construir cada uno de los proyectos que actúan en el paisaje y dan vida a este complejo. La materialización de arquitecturas como la pequeña vinícola fue el punto de partida de las intervenciones, donde planos paralelos hechos con la piedra del lugar se introducen en la topografía y construyen en el sitio las condiciones de espacio, clima y humedad necesarias para la producción del vino, con las uvas sembradas en las 16 hectáreas destinadas a viñedos.
El lugar procura construir una experiencia donde la relación entre el hábitat natural y la aventura esté ligada al confort y la alta calidad. Cada gesto arquitectónico surge entonces estratégicamente con este fin, un ejemplo, son las caballerizas que parecen escarbar la montaña con el fin de dialogar con el contexto y construir una nueva topografía que surja del mismo paisaje que lo contiene. A partir de los mismos materiales extraídos del sitio y ubicada en un punto, la mirada logra capturar gran parte del territorio destinado al complejo.
Por otra parte, la zona de cabañas ofrece una muestra evidente del diálogo que la arquitectura logra con el contexto, apareciendo una serie de objetos que yuxtaponen los conceptos de adaptación y mímesis del uso de los materiales del lugar, con los conceptos de temporalidad y allanamiento que sugieren las tiendas de campaña tradicionales y que se utilizan para convertirse en una placentera habitación de hotel.
Además del área reservada para viviendas donde Rocha plantea una serie de modelos habitacionales que parten de la reflexión del contexto para generar muestras de la mejor arquitectura contemporánea del país. El proyecto contempla un hotel vinícola en un punto estratégico del paisaje que aprovecha las mejores vistas existentes en el territorio intervenido, incrustando todos los espacios que requiere este programa en las montañas, y destinando las habitaciones a una serie de bloques longitudinales que en apariencia flotan sujetados del hermoso paisaje desértico con vistas y sensaciones únicas.
Los gestos que componen este proyecto, que ya comienza a habitar el paisaje de Ensenada, forman parte de un conjunto que pretende el desarrollo, disfrute y conservación de esta zona privilegiada por la naturaleza en la República Mexicana, a través del trabajo cotidiano de la reflexión que la arquitectura contemporánea de Mauricio Rocha logra desarrollar.