Diseñado por la oficina francesa Dominique Coulon & Associés, el Centro Cultural Saint-Jean-de-Luz surge en un entorno tanto magnífico como complejo. El edificio goza de vistas espléndidas a la bahía de Saint-Jean-de-Luz (Francia), situada a solo 500 metros de distancia. La estructura no se concibe como una unidad única, sino como una serie de fragmentos que albergan las diferentes funciones del programa arquitectónico. Este principio espacial responde a las dimensiones del sitio, permitiendo jugar libremente con los volúmenes y lograr un equilibrio adecuado.
Un atrio se eleva como un elemento central entre dos cuerpos principales: al este, un amplio teatro; al oeste, tres niveles que contienen secciones superpuestas: una escuela de música, salas de teatro y estudios de danza. Esta triple altura confiere al espacio un carácter noble. El atrio se destaca como el corazón palpitante del centro, uniendo todas las funciones del programa arquitectónico en una estructura colectiva y un espacio de encuentro y convivencia. La luz natural inunda el interior, y los paneles acristalados invitan a descubrir los distintos espacios. Este lugar está diseñado para generar vínculos y, al mismo tiempo, ofrece hermosas vistas de su jardín.
El jardín, de hecho, realza el centro cultural y lo enmarca de manera excepcional. En este espacio al aire libre se ha dispuesto un pequeño teatro al aire libre, y dos grandes salas para actividades colectivas se abren generosamente hacia el exterior. La disposición del conjunto, a la vez sencilla y elaborada, permite que el edificio, organizado de esta manera particular, conserve una escala compacta y armoniosa. El centro equilibra funcionalidad y expresión poética. La densidad del edificio garantiza una fluidez espacial excepcional: los recorridos interiores son cortos y se desarrollan en pasillos bañados por luz natural. Con su disposición de espacios, configurados en una abundancia de luz, este centro invita a recorrerlo, destacando los múltiples aspectos de su rico programa arquitectónico.