El esquema parte de considerar dos ambientes: el público y el privado. Por un extremo, la zona pública se enfrenta al jardín que se sitúa en la terraza, la cual opera como pórtico, a manera de las Haciendas Yucatecas.
La zona pública se abre tanto al norte como al sur, lo que relaciona todo el terreno con la casa. La zona privada, en el fondo, se abre también al norte y se enfrenta, de igual modo, al espacio abierto. La recámara y la cocina son el remate.
La casa se desarrolla totalmente hacia el norte. Así se evita el asoleamiento y que los vientos dominantes crucen por los espacios de la zona pública.
El diseño de esta casa se basa en el manejo de nuestro clima y en las actividades y costumbres propias de la región.