La Casa Solo es una vivienda de campo de 452 metros cuadrados ubicada en un inmenso bosque que jamás ha sido tocado, en la región de Matarraña, a dos horas al sur de Barcelona.
La casa enmarca la cumbre de una meseta que mira hacia el bosque y hacia el dramático paisaje que la rodea. Como el escenario es impresionante, los arquitectos sintieron que la arquitectura debía ser invisible, simplemente enfatizando las condiciones naturales de su entorno. Un simple techo circular, con un diámetro de 45 metros, subraya las calidades tanto de la meseta como del límite.
El techo funciona como un refugio y forma el perímetro de la superficie habitada. Se soporta con cuatro filas de ocho columnas. Sólo estas cuatro áreas están habitadas, con niveles de protección variables. Largos tramos de fachadas-cortina se deslizan por el límite exterior del círculo, permitiendo que las áreas habitables se abran y provean la relación máxima entre el habitante y su entorno natural.
Debido a que el terreno no está conectado a ningún suministro de servicios, la casa será completamente autodependiente. Paneles fotovoltaicos proveerán energía térmica y eléctrica que se almacenará en tanques. El agua se recolectará del sitio mismo y será purificada posteriormente para su uso. Cada uno de estos dispositivos fue colocado como un objeto abstracto sobre el techo. Este proyecto se realizó por invitación de Christian Bourdais.
Puedes encontrar este proyecto en nuestra Revista Arquine No.86 Formas Domésticas.