Se plantearon tres acciones. La primera, ampliar la planta baja para ganar metros cuadrados destinados a usos comunes y de servicio, compartidos con el resto de la vivienda; la segunda, colocar una escala de caracol que conecte la planta baja directo con la planta; y la tercera, una estructura de madera que cubre los 42 m² de terraza existente para, así, dar un doble aprovechamiento bajo cubierta.
La orientación es levante/poniente, y hay una buena anchura de fachada en relación a la superficie. Por esto, se propone colocar todos los servicios ligados en las medianeras con el objetivo de liberar al máximo las fachadas y, de este modo, aprovechar al máximo la radiación solar, la ventilación y las vistas.
Al tratarse de espacios tan reducidos, hay un trabajo importante de visuales. El juego de vidrios y dobles espacios permite alargar las visuales hasta el exterior en todos los aposentos de la reforma.