Se entregan más casas en Ocuilan. Los terremotos del 2017 fueron una gota más que derramó la frágil condición de la vivienda en México, mayoritariamente autoconstruida. Tras los sismos de septiembre y la pasmada reacción de las autoridades hubo muchas iniciativas privadas que espontáneamente se organizaron con distintas capacidades y alcances. Algunas, coordinadas por PienZa Sostenible, se llevaron a cabo en comunidades y municipios de los estados de Morelos y México, con el apoyo de Love Army, quienes recaudaron recursos privados para reconstruir las casas dañadas.
A diferencia de iniciativas institucionales que tomaron medidas sistemáticas (aún cuando cada caso es eso, un caso), PienZa Sostenible lideró un proceso personalizado en el que se identificaron las casas dañadas sin derecho a apoyo gubernamental, se invitó a varios arquitectos, se creó una planta móvil capaz de fabricar más de 2,500 ecobloks de alta resistencia por día y se estableció un proceso en el que los arquitectos conocían a las familias afectadas, desarrollando un proyecto y, tras la aprobación de sus nuevos clientes, se procedió a su construcción a través de una empresa local.
Este es uno de los proyectos construidos, diseñado por los despachos DOSA STUDIO y Rojkind Arquitectos.
Nombre del Proyecto: Casa Rosario
Arquitectos: DOSA STUDIO + Rojkind Arquitectos
Página Web: dosa.mx / rojkindarquitectos.com
Arquitectos a Cargo: Michel Rojkind, Ruth Diaz, Raúl Medina, Sergio Sousa, Victor Cruz, Elí Ambris, Mariana Rodriguez, Paola Monreal, Gustavo Guadarrama, Lorey Patlán, Carlos Espinosa
Mobiliario: Nomah
Ubicación: Ocuilan de Arteaga, Estado de México, México
Fecha: 2019
Superficie: 50 m2
Fotografía: Oscar Hernández & Zaickz Moz
Dedicada al cultivo de plantas, la familia Hernández se compone de tres miembros; la señora Rosario, su esposo Mayolo y su hijo Íker, de 4 años. Inicialmente la vivienda de Rosario se configuraba mediante circulaciones al aire libre que conectaban a los distintos espacios; sala, comedor, cocina, baño, recámaras.
Aquellas circulaciones al exterior son como travesías acompañadas de vegetación, así como pasajes fusionados con su entorno; cuya relación se ligaba a conectar el interior con el exterior. Los arquitectos aludieron al contexto vegetal que rodea la vivienda de Rosario y hicieron hincapié en que todas las fugas visuales rematen con las frondas de los árboles y las flores magentas de las buganvilias.
Los pasajes exteriores buscan tener una relación constante con cada espacio; se descubre mediante el andar, se percibe al caminar, los recorridos desembocan en sorpresa. No obstante, la topografía juega un papel muy interesante en cuanto a la configuración de los espacios; los arquitectos se enfocaron en crear múltiples atmósferas y diferentes vivencias del espacio a través de contener al espectador en distintos niveles.
Casa Rosario se configura a través de cubos semi desfasados entre sí que se conectan a través de circulaciones al aire libre. La vivienda para la familia Hernández es como una serie de cubos enterrados en la topografía; los basamentos surgen y emanan de la tierra.
Cada elemento genera su propia identidad debido a la diferencia de alturas entre sí; ningún espacio resulta más protagónico que otro, todos los espacios fueron concebidos como un conjunto. Cada ente se relaciona entre sí a partir de aberturas centrales que desembocan en un patio central, de esta forma se comunican las áreas de manera visual. Las proyecciones de sombra protegen el espectador en su caminar por los pasajes contenidos.
No se necesita recurrir a una cubierta o a un muro de piso a techo de tipología hermética para contener o abrazar, basta con una barrera vegetación o una proyección de sombra para delimitar el espacio.
La luz juega un papel fundamental; Casa Rosario invita a pasar a la luz proveniente de los pasajes exteriores, a través de sus vanos para reflejarse y proyectarse en cada uno de sus muros.