Ya se entregaron las primeras casas en Ocuilan. Once meses después del temblor que azotó el país y dejó a más de doscientas mil familias con sus viviendas afectadas, han sido muchas las iniciativas que han tratado de paliar el daño. El terremoto en realidad fue una gota más que derramó la frágil condición de la vivienda en México, mayoritariamente autoconstruida. Tras los sismos de septiembre pasado y la pasmada reacción de las autoridades hubo muchas iniciativas privadas que espontáneamente se organizaron con distintas capacidades y alcances. Algunas, coordinadas por PienZa Sostenible se llevaron a cabo en comunidades y municipios de los estados de Morelos y México, con el apoyo de Love Army, quienes recaudaron recursos privados para reconstruir las casas dañadas.
A diferencia de iniciativas institucionales que tomaron medidas sistemáticas (aún cuando cada caso es eso, un caso), PienZa Sostenible lideró un proceso personalizado en el que se identificaron las casas dañadas sin derecho a apoyo gubernamental, se invitó a varios arquitectos, se creó una planta móvil capaz de fabricar más de 2,500 ecobloks de alta resistencia por día y se estableció un proceso en el que los arquitectos conocían a las familias afectadas, desarrollando un proyecto y, tras la aprobación de sus nuevos clientes, se procedió a su construcción a través de una empresa local.
Este es uno de los primeros proyectos construidos, diseñado por TO. Junto a los planos y las fotografías de la vivienda presentamos una entrevista con sus arquitectos.
Nombre del proyecto: Casa Imelda
Arquitectos: TO – Carlos Facio, José Amozurrutia
Equipo de Proyecto: Mariana Brito, Elisa Vargas
Fecha: 2018
Ubicación: Ocuilan de Arteaga, Estado de México
Fotografía: Jaime Navarro
En el poblado rural Ocuilan de Arteaga, TO realizó el proyecto para la reconstrucción y ampliación de la casa de la señora Imelda Laos Cruz y su familia. Cuando la conocieron, en su terreno de 250 metros cuadrados había una construcción precaria de albañilería de 4 por 3 metros, cubierta con lámina y una habitación anexa de tela y mamparas de madera, en donde dormían ella y sus cinco hijos.
El proyecto consistió en reformar la habitación de block existente y replicar ese mismo módulo en tres recámaras adicionales, separadas por corredores que brindaran luz natural, ventilación y servicios a la casa. Tanto en las circulaciones como en la extensión de la sala hacia un pórtico exterior —para la preparación y venta de los arreglos florales de Imelda— las viguetas de concreto de la losa continúan su ritmo para unir los volúmenes, dejando pasar parcialmente la luz del sol y dibujando sus sombras en muros y pisos.
Como en todas las demás viviendas construidas en Ocuilan, fueron tres lo principales materiales utilizados: concreto en la cimentación, los pisos de cemento pulido, refuerzos verticales en muros, losas de vigueta y bovedilla de cement -arena, block de tierra compactada para muros y madera de pino. El reto fue diseñar a partir de las consideraciones mínimas de espacios requeridos, tiempos y costos de obra acotados y la apuesta fue por la generosidad espacial que provocan las inyecciones de luz, el flujo de viento y las fugas visuales hacia el paisaje.