Esta vivienda se encuentra ubicada en una zona semirural en las afueras de la ciudad de Toluca. Los clientes, una pareja de recién casados, buscaban una casa económica que pudiera construirse por etapas, adaptándose al crecimiento de su familia.
La primera etapa de la casa consiste en un pabellón con forma de prisma rectangular de gran altura, construido a base de concreto y block de cemento. Este volumen se alinea con el frente de la calle y se abre hacia el amplio jardín trasero. Dentro de este espacio, se encuentra otro prisma rectangular elaborado con ladrillo industrial estriado, que alberga las áreas de servicio (baño, depósito de agua y chimenea).
El resto del espacio es una planta libre que acoge las áreas públicas de la casa: estudio, sala, comedor y cocina. Sobre la cocina, un tapanco de madera contiene la recámara. La losa de la cubierta está construida con un sistema de viguetas pretensadas y casetón cerámico industrial, mientras que el piso de la planta baja es de loseta cerámica industrial.
Con esta casa, exploramos las posibilidades hápticas y cromáticas del ladrillo industrializado en distintas superficies y elementos del interior, contrastándolos con una envolvente neutra de concreto. La luz cálida que rebota en la cerámica tiñe los muros interiores de block con tonos sepia que varían a lo largo del día, creando una atmósfera acogedora. Hacia el exterior, la casa se presenta discreta, revelando apenas lo que ocurre en su interior. La envolvente de block gris y concreto se funde con las demás casas y medianeras de los alrededores, construidas con los mismos materiales aparentes.