Forja House es una pequeña casa de vacaciones, situada en un pueblo portugués cercano al río Duero. La casa está definida por un simple gesto, incrustada en la pendiente y frente al paisaje privilegiado del valle. El entorno está definido por casas pequeñas, algunas de ellas de hace siglos, otras aparecieron puntualmente durante las últimas décadas.
Todas tienen diferentes tipologías, sin una composición o modelo coherente. La casa en sí es una antítesis de esta cultura mimética que a veces caracteriza estos contextos. Por lo tanto el proceso se establece mediante la búsqueda de una depuración tipológica y una abstracción formal como una opción integradora con la naturaleza.
Conceptualmente, se traduce en un espacio abierto y un área de distribución reducida: una vivienda condensada según sus necesidades, mejorando su relación con el sitio a través de amplias y estratégicas aberturas que enmarcan el entorno y el horizonte. En la ladera más alta, un tanque de agua de concreto caracteriza el espacio social exterior, atado a la pared de granito existente y al camino rural para animales.