La casa es para una pareja y sus tres hijos pequeños, ubicada en una tranquila zona residencial en el norte de la ciudad de Kioto, Japón. El entorno del sitio es donde las casas vecinas se encuentran al borde del límite este, oeste y sur, y las casas se alinean al otro lado de la carretera estrecha del norte. Las solicitudes específicas al principio no eran tantas. Sus necesidades se aclararon a medida que se propusieron varios planes y anteproyectos.

Dado que la pareja prefería un proyecto simple y abierto, en el que también querían seguir observando que sus tres hijos se mueven constantemente por el interior, la casa fue diseñada como un gran espacio único, colocando la sala de estar de doble altura en el centro para que puedan ver dónde y quién hace qué .

Después de colocar el estacionamiento de automóviles en la parte delantera y colocar las habitaciones interiores requeridas, apenas quedaba espacio suficiente para un jardín en la parte posterior del lote. Por lo tanto, sé consideró que realizar un patio era efectivo para aprovechar la luz natural.

Sin embargo, un patio cerrado con paredes acristaladas en un espacio limitado del lote hace que el espacio sea estrecho, por lo tanto, la idea del árbol interior que es cómo si un patio entrara en la habitación interior surgió en el proyecto. Los acabados fueron elegidos en el equilibrio entre la estructura moderna de la casa y el estilo tradicional japonés.