El único programa que tenía esta casa fue una petición de sus propietarios de que “cuando estemos fuera de la casa tengamos un deseo irrefrenable de estar dentro, y que cuando estemos dentro no podamos resistirnos a salir fuera de la misma”.
La casa domina con discreción el lugar, recostándose en la ladera natural junto a las hermosas encinas existentes y abriendo los ojos sobre el paisaje y la ciudad de Cáceres. Desde esta posición dominante la casa trata de ser respetuosa con el entorno natural-artificial, estableciendo vínculos formales y constructivos con el entorno próximo y el casco histórico de Cáceres.
En su ajustada dimensión, la casa quiere ser un palacio para sus usuarios, afirmando este noble carácter por medio de una extrema sencillez en su organización, y una rigurosa construcción tradicional de su volumen.
De esta forma, al exterior, la casa se manifiesta como un sencillo volumen prismático de planta cuadrada, de dieciséis metros de lado, construida con muros de piedra cuarcita cacereña. En cada uno de los lados se disponen tres huecos de ventana, de dos metros diez centímetros, enmarcados con piedra de granito extremeño de tono cálido.
En el interior se disponen nueve estancias cúbicas, de cuatro metros veinte centímetros de lado, que pueden acoger los diferentes usos de la vivienda: cuartos de estar, dormitorios, cocina y comedor. Entre estas estancias se ubican todos los espacios servidores de la casa como son los armarios y los aseos.
Cada uno de las nueve estancias se construye en dos estratos diferenciados: Un estrato inferior formado por un vaso de tablas de madera de roble, donde se ubicarán todas las instalaciones de la vivienda, y un estrato superior formado por una artesa de hormigón blanco, en la que no se ubicará ningún tipo de mecanismo ni sistema de iluminación.
Cada estancia se abre al exterior mediante ventanas de madera de roble de proporción cuadrada: las ventanas correderas en el zócalo de madera, de dos metros diez de lado, y las ventanas motorizadas situadas en la estructura de hormigón, de un metro cincuenta centímetros de lado.
En la parte posterior, enmarcado por las encinas y olivos, se dispone una plataforma abierta, donde hacer la vida al aire libre cuando los agentes atmosféricos lo permitan, con una pequeña alberca que servirá como piscina en verano.
En un nivel inferior, con acceso directo desde la calle, se disponen todo el programa complementario de aparcamiento, instalaciones, trasteros, etc.