Al pensar en qué tipo de edificio sería perfecto para crear un espacio dedicado a la cultura contemporánea, RPBW en Moscú creyó en una central eléctrica histórica construida que data entre 1904 y 1908. Así, el proyecto GES-2 transformó este edificio en un espacio concebido como una experiencia articulada relacionando un edificio histórico a un nuevo uso espacial vinculado con la cultura actual, el inmueble forma parte de un lugar abierto destinado al público.
Dentro del edificio de casi 20,000 m2, los espacios y su desarrollo interno está organizado en 4 polos principales. La planta baja de acceso consiste en una combinación de espacios y actividades de libre acceso, y está abierto a través de una fachada abierta al “afuera” para atrapar lo que sucede en el espacio público. En el centro, “la plaza interior” empieza la experiencia V-A-C, de la fundación donde tratan de relacionar todas las artes. Conectado a eso, existe una biblioteca al norte y al sur un espacio de instalación de arte gratuito y un restaurante. De igual forma se encuentran espacios con múltiples actividades complementarias como venta de acceso, información orientación y tienda. En el segundo nivel se encuentra un área de actuación abierta con una plataforma de asientos que mira hacia un lado de la fachada, dirigida la vista al “bosque” —intervenido de igual forma por la oficina —, y un auditorio con un acceso individual.
El área incluye también comodidades como una cafetería y un snack bar en un entrepiso. El polo de “exposiciones” da la bienvenida a todas las presentaciones. Es una combinación de espacios de diferentes tamaños y alturas, que ofrece una multiplicidad de condiciones espaciales para albergar cualquier tipo de obra de arte. El polo de “educación” echa un vistazo a las exposiciones, que incluye la Escuela de Arte, dedicada a hacer crecer una nueva generación de curadores de arte, críticos e historiadores; y el aprendizaje permanente, con aulas y talleres orientados al público en general. También forman parte de este polo algunas residencias de artistas con talleres ubicados en la torre norte.
El proyecto restauró las 4 chimeneas de ladrillo presentes en el sitio en chimeneas de acero. Gracias a un enfoque sostenible consciente, las nuevas chimeneas, a partir de cuatro tubos contaminantes, se han convertido en cuatro dispositivos sostenibles esenciales, captando el aire más limpio a 70 metros de altitud, activando la ventilación natural y reduciendo el consumo de energía. La naturaleza también forma parte del proyecto. Como se mencionó con anterioridad, se plantó un “bosque” de abedules dentro del contexto de la Casa de Cultura que da visual hacia la fachada, generando un paisaje.
Finalmente, el proyecto se guía por dos conceptos principales: Primero, la idea es construir un espacio donde los visitantes se sientan guiados por su propia intuición. Así, al entrar y llegar a la zona de “recibimiento”, les basta con girar la mirada a derecha e izquierda, arriba y abajo para entender qué hay dentro, adónde ir y cómo moverse. Lo ideal es que no necesiten ningún plan para visitar todo el centro. El segundo se relaciona con la estrategia de circulación: la “red de circulación”.
La idea es crear una red fluida y visible, una sola pieza concebida como una especie de escultura espacial, compuesta por escaleras, ascensores, pasillos, marquesinas y plataformas, conectando entre sí todos los espacios y actividades, además de resaltar las entradas desde Bolotnaya nab y desde el puente peatonal.