La señora Amada y su familia perdieron parcialmente su casa con el sismo del 7 de septiembre de 2017. Dos cuerpos autoconstruidos de estructura de madera, cubierta de lámina y muros de block, cortezas de árbol y cartón, quedaron ladeados y decidieron apuntalar uno de ellos -la recámara- provisionalmente, perdiendo totalmente el cuerpo de la cocina y estancia. El desnivel del terreno y los deslaves por las lluvias incrementaron el deterioro de su casa.
La propuesta rescataba la esencia del proyecto original, con dos cuerpos -cocina, estancia uno y recámara otro- con un baño que unía ambos prismas. Teniendo en cuenta el desnivel del terreno, se propuso levantar una losa escalonada siguiendo la pendiente, liberando la construcción de las escorrentías habituales en la zona.
La vivienda se propone en dos fases, por un lado la unidad básica de una sola planta con la que se resuelven los espacios destinados a la cocina-comedor, el baño y una habitación-dormitorio; por el otro, un segundo nivel de autoconstrucción para tener dos habitaciones más, reciclando las cortezas de árbol que se usaron en la vivienda preexistente.
En la primera fase solo se construyeron 45 m2 y no se excedió el presupuesto asignado. La segunda fase prevé otros 25 m2 más. Los muros son de block de concreto hechos insitu.