Tras cuatro años de construcción, IQON el primer edificio de BIG en Sudamérica, se eleva 130 m convirtiéndose en el edificio más alto de Quito, en la capital de Ecuador, una de las ciudades más elevadas del mundo. Tradicionalmente una ciudad de edificios densos pero de baja altura, la silueta urbana de Quito se replanteó tras la reubicación del aeropuerto en el centro de la ciudad hace más de una década.
En 2017 se contrató a BIG Group para diseñar un edificio residencial de uso mixto de aprox. 54,000 m2, que incluye 215 residencias, unidades comerciales, espacios de oficinas y una variedad de comodidades. Además de IQON, está previsto que el otro proyecto EPIQ Residences de BIG situado en las inmediaciones, finalice su construcción en 2023.
IQON está diseñado como una comunidad vertical y una extensión del vecino parque La Carolina, que se prolonga desde la calle a la fachada del edificio. El edificio presenta una notable esquina curva, envuelta por terrazas que continúan alrededor del perímetro del edificio con vistas al parque, a la ciudad y al volcán Pichincha. La identidad arquitectónica de IQON se define por su fachada que sobresale del contexto, donde el concreto en bruto que funciona estéticamente y estructuralmente. Los “píxeles” individuales se apilan los 32 pisos de altura y se rotan para ofrecer las mejores vistas posibles y, al mismo tiempo, crear terrazas para los departamentos. El edificio incorpora árboles y plantas endémicas para aprovechar el clima templado y la ecología de Ecuador, el país con más especies vegetales por metro cuadrado del mundo.
“Hemos intentado tomar todas las cualidades icónicas de Quito -como el disfrute de vivir en uno de los lugares con mayor biodiversidad del planeta, en una ciudad situada en el ecuador donde las estaciones son perfectas tanto para la vida humana como para la vegetal- y llevar esa experiencia a la dimensión vertical. IQON es toda una comunidad vertical de viviendas individuales; una extensión del Parque La Carolina que ahora sube hasta la azotea”,
dice Bjarke Ingels, fundador y director creativo de BIG-Bjarke Ingels Group.
En planta baja, IQON incluye amplios espacios públicos, locales comerciales y espacios con obras de arte. Esta plaza central funciona como una nueva vía este-oeste que conecta el parque con el resto del barrio. Al entrar en el vestíbulo, la paleta de materiales pasa de la crudeza y la sobriedad del exterior a una estética más refinada; los adoquines de mármol complementan el mostrador de recepción, hecho a medida, y los toques de concreto recuerdan a la fachada. Los azulejos del techo, los buzones y el vestíbulo del ascensor, situado tras un portal de acero negro, presentan tonos verde esmeralda.
La naturaleza endémica de Quito se traslada de los espacios públicos al ámbito privado de cada vivienda a través de las escultóricas jardineras integradas en la arquitectura del edificio. Las jardineras se convierten en una escultura de concreto única en el interior de las viviendas, creando espacio para la zona de las raíces del árbol de la terraza de la vivienda superior, al tiempo que transforman la fachada del edificio en una celebración de la verde biodiversidad de Quito. El edificio también actúa como un vivero urbano: una vez que la vegetación plantada en las terrazas crece más allá de su maceta, puede replantarse en parques de toda la ciudad. De este modo, el edificio se convierte en parte de un ciclo verde: del parque al edificio, y de vuelta al parque.