Un lugar idóneo para una nueva biblioteca municipal era la casa de la rectoría católica romana. En el pasado, utilizada también como orfanato, guardería y escuela vocacional. Además de la biblioteca, el ayuntamiento pretendía ubicar en este mismo sitio una sala multifuncional, instalaciones para clubes y un centro de maternidad. La antigua rectoría no podía albergar todas las funciones, por lo que se decidió ampliar el edificio con una sóla extensión. La idea del diseño era la de crear un nuevo lugar público que conectara con el vibrante centro de Vratislavice, definido por los edificios públicos y el jardín del castillo. Se crea una nueva plaza, inspirada en las pequeñas plazas de las inmediaciones de los edificios públicos.
Se ha conservado el carácter original de la antigua casa: sus profundos cimientos han permitido crear una planta semiempotrada mediante el pesaje del terreno. La excavación permitió la entrada de luz natural a través de generosos portales y la fosa excavada formó la base de la nueva plaza. La planta baja se ha destinado a clubes y la superior a biblioteca infantil. En el lado oeste, la rectoría se complementa con la estructura de estilo contemporáneo de la biblioteca. Ambos edificios están conectados en el sótano y también por un puente en la primera planta.
Su tamaño, forma y ubicación se basan en el contexto del jardín del castillo y la rectoría, así como en las zonas de protección de árboles y las líneas de la red de infraestructuras. El resultado es un edificio con una parte superior estrecha y compacta de tres plantas y un sótano de dos plantas. La biblioteca está integrada en las plantas superiores de la ampliación, cuyo principio de espacio abierto acoge una zona de recepción con terraza en la planta baja, una galería en el primer piso y una sala de lectura bajo un tejado arqueado. Las plantas subterráneas albergan un vestíbulo multifuncional con un pequeño vestíbulo y un guardarropa en un vestíbulo que une los dos edificios, creando una zona de entrada común.
A través de las grandes paredes acristaladas de las plantas baja y superior, la biblioteca aprovecha al máximo las vistas del jardín del castillo. En la sala de lectura, el contacto con los árboles a través de la ventana panorámica es tan estrecho que los lectores se sienten como si estuvieran sentados dentro de las copas de los árboles. El concreto, la mampostería de ladrillo y piedra del interior están suavemente revestidos de sedilia y estanterías de madera. Éstas crean todo tipo de escondites y rincones donde el visitante puede descubrir constantemente algo nuevo.