A la entrada de Vieux-Longueuil en Canadá, entre la zona residencial y la comercial, en un terreno vacío desde hace varios años, el estudio de arquitectura Jean Verville ha construido un complejo odontológico de 2,600 metros cuadrados basado en el concepto de “biofilia”. Respondiendo a las necesidades del doctor Anh Tuan Nguyen y su equipo (que requerían disponer de una clínica luminosa y aireada) y respetando al mismo tiempo la filosofía de “medios mínimos para efectos máximos”, el diseño favoreció una intervención sencilla basada en el uso ingenioso de materiales y métodos de construcción meticulosamente ejecutados.
La Clinique dentaire St-Charles presenta una arquitectura que realza los espacios verdes y las actividades del adyacente parque Catherine-Primot, así como la vitalidad urbana de este codiciado sector de la ciudad de Longueuil. Dado que los elementos naturales son reconocidos como factores que reducen el estrés psicofisiológico, la propuesta arquitectónica maximiza la luz solar, la luminosidad y la presencia de vegetación. Cubierta de muros cortina, con superficies acristaladas ultratransparentes dotadas de una película de alto rendimiento y baja emisividad, la clínica está bañada por una luz envolvente que proporciona una atmósfera relajante. La transparencia crea una permeabilidad visual tanto en el entorno verde como en el urbano, con cambios estacionales y climáticos, así como flujos peatonales, que benefician tanto a los clientes como a todo el equipo de la clínica.
Una conexión permanente con el exterior también proporciona una apertura sobre las actividades e interacciones profesionales que tienen lugar en el interior de la clínica. La distribución perimetral de los 35 espacios de tratamiento, todos ellos dotados de equipos de última generación y accesibilidad universal completa, proporciona a cada paciente, así como a los miembros del equipo de la clínica, un vínculo visual con la naturaleza circundante. Los marcos estructurales, organizativos, luminosos y acústicos generan una composición rítmica que estructura la identidad volumétrica, al tiempo que la anima con repeticiones y superposiciones de carácter tanto funcional como estético.
Más allá de su expresividad arquitectónica, la clínica se integra con armonía en su sector multiplicando las imágenes de los espacios verdes y los edificios vecinos en un conciliador efecto espejo. Más allá de su logro como integración de elementos biofílicos que contribuyen al bienestar de todos, la Clinique dentaire St-Charles genera actividades y atmósferas que la sitúan en un contexto vivo, contribuyendo así a la vivacidad del sector, así como a una sensación de seguridad urbana. Y cuando está iluminado, el complejo sirve de hito que marca la entrada a la animada zona comercial de Vieux-Longueuil.