El proyecto está situado en una de las calles más antiguas de la ciudad de Aveiro en Portugal, donde la riqueza arquitectónica de las antiguas fachadas es una característica de identidad de la ciudad. El proyecto se construyó a partir de la demolición de un edificio degradado, dando como resultado viviendas multifamiliares y uso comercial. Así, dado el contexto del lugar, una de las premisas del proyecto era la de mantener y rehabilitar la fachada del edificio preexistente, preservando su valor histórico y arquitectónico en el entorno de la Avenida Dr. Lourenço Peixinho.
El terreno es rectangular y morfología acentuada, ya que desde el lado norte al sur, encontramos una diferencia de alturas de unos 2,50 m. Los terrenos del resto de los lados tienen edificaciones contiguas con alineaciones bien definidas. Teniendo en cuenta el emplazamiento a desarrollar, el análisis del entorno fue fundamental para una buena relación entre lo nuevo y lo existente. Volumétricamente el entorno es inconsistente, con diferentes alturas de los edificios, un contexto desigual.
Para garantizar una fachada de calle armoniosa, se propone un volumen único que, frente a la fachada existente, se posiciona atrás. El volumen propuesto supone una altura de 4 plantas, lo que garantiza que, en el futuro, las construcciones vecinas del edificio puedan dibujar un skyline uniforme. Por lo tanto, se garantiza un lenguaje de transición suave de alturas para compensar la diferencia volumétrica existente en este frente de calle.
El volumen propuesto asume un tejado a dos aguas que, teniendo como punto más bajo la fachada de la Avenida Dr. Lourenço Peixinho, minimiza el impacto en el contexto.