Vivienda colectiva: Las Américas. Conversación con Florian Idemburg y Amador Rodríguez
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23 marzo, 2020
por Betina Rincón
Del Coronavirus sabemos que es mas peligroso por su nivel de contagio que por su tasa de mortalidad, y que lo mejor que podemos hacer es aplanar la famosa curva de infectados y evitar el colapso del sistema sanitario, de manera que se puedan tratar poco a poco a todos los contagiados. Ante este panorama una de las principales recomendaciones a nivel mundial ha sido el distanciamiento social.
Durante las últimas semanas, diversos países del mundo han tomado medidas que van desde el cierre de fronteras hasta el aislamiento obligatorio, en un intento por mitigar la propagación de SARS-Cov-2. La lucha contra el virus tiene ahora un doble propósito: por un lado limitar el número de personas contagiadas al quedarnos en casa y, por otro, combatir los efectos que supone el confinamiento para el ser humano.
Mientras los científicos se apresuran en entender cómo funciona el coronavirus, varios investigadores han entendido, desde hace mucho tiempo ya, el alto costo que supone el aislamiento social y la soledad en la salud del ser humano.
“Connecting people around the world is the most important thing”, había dicho el fundador de Facebook, Marc Zuckerberg, y otros empresarios que han venido incursionando en el mercado de la tecnología, las aplicaciones y las redes sociales. Pero es posible que hasta el 2020 no hubiéramos vivido una necesidad tan grande de conectar a la gente alrededor del mundo y una oportunidad igualmente grande para transformar la sociedad.
Estudiar, trabajar, ir al museo o a un concierto, compartir con tus amigos, familiares o vecinos, ir de compras, de copas, ejercitarse, meditar, son actividades cotidianas que algunos dábamos por sentadas y que de momento no suceden en escuelas, museos, anfiteatros, plazas comerciales, discotecas, gimnasios o capillas, sino que han sido teletransportadas al mundo virtual, donde estaremos a salvo de ser contagiados.
Son tantas las personas que se han mudado al mundo virtual durante la pandemia del coronavirus, que cabe preguntarse si el internet, como hoy lo conocemos, será capaz de sustentar el mas grande cambio en el comportamiento de masas que naciones como Estados Unidos haya experimentado hasta hoy.[1]
Mientras tanto, Zoom, Microsoft y Google tratan de arreglárselas para acomodar la creciente demanda de usuarios que ahora hacen homeoffice, teletrabajo o trabajo remoto facilitando al mismo tiempo su software de manera gratuita. En China, Microsoft’s Team, ha tenido, de acuerdo a uno de sus portavoces, un aumento del 500% en reuniones, llamadas y videoconferencias desde finales de enero. Zoom ha aumentado el tiempo limite de sus videollamadas en su version gratuita porque “realmente quieren hacer lo correcto, y la oportunidad de tener a mas personas expuestas a Zoom puede traer beneficios en el futuro”.[2] La popularidad de crecimiento de estas aplicaciones es incluso evidente en la data de descargas, que cerró esta semana con Zoom como la app más descargada en Estados Unidos, y Hangouts Meet de Google y Slack en número diez y once respectivamente.
Otros que sufren de sobrepoblación virtual son las aplicaciones de delivery de víveres, alimentos y productos de higiene. Las plataformas de compra en línea de Walmart, Target y Amazon, que en Estados Unidos incluye Amazon Fresh y Wholefoods, han alcanzado nuevos records de descargas diarias y demanda durante la crisis sanitaria. Algunas de estas aplicaciones promueven el método de repartición sin contacto, medida también popular entre las aplicaciones de entrega de comida preparada, como Rappi o Uber Eats en Latinoamérica.
Para combatir la soledad, FaceTime, Skype, o una videollamada de WhatsApp con tus seres queridos hará las veces. Pasar tiempo “juntos” por videollamada difícilmente será tan satisfactorio como estar verdaderamente juntos, pero es más seguro y mejor que nada. Los franceses, por ejemplo, han llevado la socialización virtual a otro nivel con sus Skypéro o Coronapéro, el arte de ir de fiesta quedándote en casa. Tal como sucede en las fiestas de la vida real, entre personas que se conocen bien y un par de desconocidos hacen una videollamada por Skype, Zoom o Messenger, un verre à la main. En España, Portugal e Italia el app HouseParty se ha convertido en la aplicación más descargada para iOS y la quinta en Andorid. Esta aplicación ofrece el mismo servicio —chat, videollamadas— que otras pero con un plus de minijuegos para compartir con los usuarios en tiempo real. Para un mood de Quarantine and chill, Google Chrome propone una extensión llamada Netflix Party que permite a los usuarios de Netflix ver películas en grupo y comentarlas en tiempo real.
Nadie quiere estar solo y sin embargo estamos todos confinados en nuestras casas. Tanto tememos a la soledad que se han registrado creaciones de grupos de Facebook entre vecinos en comunidades francesas donde típicamente se ignoraban unos a otros.[3] En España celebran los cumpleaños de sus vecinos cantando desde los balcones. A las 20:00 sin falta ciudades enteras se congregan desde sus balcones para aplaudir todos juntos como muestra de agradecimiento a los integrantes del sistema sanitario que se exponen cada día para salvar vidas. En Italia Andrea Bocelli ofrece un concierto gratuito vía streaming por sus redes sociales para “acompañar y entretener” bajo la consigna #IoRestoACasa. Artistas como Chris Martin, Neil Young, Keith Urban, Pink, y Ben Gibbard de Death Cab for Cutie y the Postal Service se han unido a una serie de conciertos Together at Home a través de sus redes sociales, para no perder el contacto con sus fans en cuarentena. Museos como el Metropolitan Museum of Art, el Musée d’Orsay, el Museum of Modern Art (MoMA), la National Gallery en Washington, D.C., el Tate y al Art Institute of Chicago han hecho disponibles sus galerías online para que puedan visitarse desde cualquier parte del mundo.[4] Así mismo, el último acto en vivo de la orquesta en la Sinfónica de Vancouver,el 15 de marzo, se transmitió en vivo y sigue disponible online. La Filarmónica de Berlín, la Royal Opera House en Londres, la Metropolitan Opera en Nueva York e incluso algunos shows de Broadway se han unido a esta iniciativa de democratización de contenido cultural.
Desde casa y través de las redes sociales cada quien comparte sus conocimientos de panadería, acuarelas, idiomas, fitness, meditación, mindfulness en un intento por mantener la salud mental en tiempos de aislamiento, y por ser mejores el día de mañana. Cuando el coronavirus finalmente sea erradicado probablemente será recordado por su alto nivel de contagio así como por los estragos económicos que haya dejado a su paso por el mundo, pero seguramente también pasará a la historia como el momento de la consolidación de las redes sociales como un fenómeno de transformación social.
¿Se adaptarán nuestras ciudades a estos cambios en el futuro inmediato?
Notas
1.Davey Alba y Cecilia Kang. “So We’re Working From Home. Can the Internet Handle It?”. New York Times (2020), https://www.nytimes.com/2020/03/16/technology/coronavirus-working-from-home-internet.html
2. Rani Molla “Microsoft, Google, and Zoom are trying to keep up with demand for their now free work-from-home software”. Vox, (2020), https://www.vox.com/recode/2020/3/11/21173449/microsoft-google-zoom-slack-increased-demand-free-work-from-home-software
3. Michelle Gilbert, Directora de Comunicaciones de Facebook para el sur de Europa.
4. Visita la sección de Arte y Cultura de Google para una guía fácil de todos los museos https://artsandculture.google.com/partner
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