1 noviembre, 2018
por Arquine
La Torre Reforma ha sido premiada como el mejor rascacielos del mundo para la reciente edición del International Highrise Award 2018. La premiación, realizada cada dos años desde el 2004, se ha encargado de otorgar la mención a los mejores rascacielos a nivel global, fomentando estructuras que con una sustentabilidad ejemplar en su forma exterior y en la calidad espacial de su interior. Conocido también como el “Pritzker de los rascacielos”, en esta ocasión contó con 36 nominados de 15 países y la organización estuvo a cargo nuevamente de la ciudad de Frankfurt en conjunto con el Museo Alemán de Arquitectura y el Banco DekaBank.
Compartimos acá algunas notas relacionadas a la Torre Reforma obra del arquitecto Benjamín Romano realizadas por Ali Malkawi, Francisco Serrano y Felipe Leal.
Los textos completos estarán disponibles en el próximo libro de Arquine : Torre Reforma.
ALI MALKAWI, Director del Centro Harvard para Edificios y Ciudades Verdes
Torre Reforma ofrece una alternativa a las torres comerciales de vidrio que, en muchos casos, poco tienen que ver con su contexto, cultura o entorno. En muchos sentidos, la arquitectura de la Torre Reforma guarda fidelidad al concepto de la integración. La estructura, la función, el entorno y la estética son factores que se han orquestado en conjunto para crear una torre escultural dinámica y funcional que, a su vez, permanece fiel a su contexto y entorno.
El resultado final es un tipo de arquitectura que no solo responde a las necesidades del medioambiente sino que, además, entabla una conexión única con el lugar, entretejiendo, en forma precisa, un nuevo estilo mexicano con los requisitos funcionales de un moderno edificio de oficinas.
Torre Reforma presenta una estética arquitectónica que enriquece el paisaje urbano y que, a su vez, en materia de diseño, construcción y funcionamiento, opera como un ejemplo de torre eficiente y perfectamente equilibrada.
FRANCISCO SERRANO
En uno de nuestros viajes, en un restaurant en Zurich, Benjamín Romano me dijo: “te voy a enseñar lo que estoy pensando hacer para un edificio en Paseo de la Reforma”. Entonces dibujó la torre en una servilleta y me preguntó mi opinión. Me explicó el proceso y me comentó que haría un triángulo en escuadra para que en medio quedara la casa, lo cual, desde el punto de vista constructivo, es soportable. Resalto esto porque Benjamín comparte sus ideas; las comparte para que lo apoyes o para que lo critiques, no para aumentar su ego o presumir lo que está haciendo, y esta actitud me parece propia de un buen arquitecto. En este caso, fue una demostración de amistad, pero en el fondo buscaba el camino para hacer lo mejor dentro de su capacidad, y esto no es común en el medio.
La Torre Reforma no es un edificio más, no es una caja con adherencias o deformaciones. Tiene una forma única, por el terreno y por la normativa. La Torre Reforma nunca se confundirá con la torre de a lado, pero al mismo tiempo hace que sus vecinas se vean bien, en un buen contexto.
FELIPE LEAL
La Torre Reforma, extraordinaria obra arquitectónica, sin duda hoy es la construcción más sugerente del Paseo de la Reforma, es resultado de este proceso integrador que he venido relatando. La torre es innovadora por múltiples razones: aprovecha con imaginación la parte inferior de la calle de Río Elba para satisfacer las demandas de estacionamiento; al mover la casa preexistente en la esquina y conservarla, mantiene dicha referencia patrimonial de las casonas porfiristas de principios del siglo XX; además, es innovadora por su solución estructural y formas arquitectónicas.
Puedo aseverar que para la construcción de la Torre Reforma no hubo requerimiento constructivo que no estuviese resuelto con el último recurso tecnológico al alcance. Ello, además de su atractiva forma arquitectónica y excelente emplazamiento urbano, es uno más de sus visibles logros.