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Columnas

Medio siglo de Sánchez Arquitectos y Asociados

Medio siglo de Sánchez Arquitectos y Asociados

2 agosto, 2023
por Gustavo López Padilla

La vida y la arquitectura tienen semejanzas, se van construyendo poco a poco en el tiempo, y la excelencia en ambas se logra si se reconocen y practican el conjunto de valores que les dan pleno sentido. Sin valores podemos hablar tan sólo de existencia por un lado y de construcción por el otro. Los valores involucrados hacen la diferencia. En gran medida, la buena vida y la buena arquitectura también tienen que ver con los caminos que, en general, se recorren en compañía de los otros. Estos se van alimentando y enriqueciendo, a partir del intercambio continuo de ideas y experiencias, donde no es suficiente permanecer solo y en silencio. Hacen falta entonces, para la vida y la arquitectura, la conversación, la compañía, las vivencias colectivas y todo esto se desarrolla en el tiempo y el espacio, entendiendo por espacio: el orden de las coexistencias posibles y por tiempo, el orden de las sucesiones posibles.

Han pasado 50 años y para Sánchez Arquitectos y Asociados, la celebración tiene que ver sobre todo con las maneras en que hemos compartido la vida y la amistad entre quienes conformamos este equipo de trabajo. Antes que nada, Luís Sánchez Renero, Félix Sánchez Aguilar, Gustavo López Padilla y Fernando Mota Fernández hemos sido y seguimos siendo amigos antes que nada, en las buenas y las malas, sumamos y respetamos las habilidades y diferencias de cada uno de nosotros. Hemos trabajado con intensidad durante largas jornadas, nos hemos divertido de igual manera y hemos viajado a un puñado de lugares interesantes dentro y fuera del país. Compartimos valores de vida y el gusto por la arquitectura: imaginar lugares distintos en las ciudades que la gente pueda habitar, y donde puedan desarrollar sus actividades cotidianas. Somos un equipo (y en algún tiempo formaron parte del mismo): Alberto Robledo Landero, Álvaro Díaz Escobedo y Raúl González Martínez. Hemos tenido asociados por proyecto como Humberto Ricalde González, Héctor Meza Pastor, Miguel Murguía y José Luís Pérez Maldonado, así como un grupo de poco más de 200 colaboradores. Algunos de estos últimos hoy en día son reconocidos arquitectos, lo cual también es para nosotros motivo de satisfacción. Naturalmente, agradecemos a todos sus valiosas contribuciones, que se reflejan en lo que hoy es Sánchez Arquitectos y Asociados.

Conjunto habitacional Integración Latinoamericana

Nuestra experiencia profesional se ha caracterizado por la voluntad de ser, la constancia, la resistencia, y un entendimiento de la arquitectura como un servicio de carácter social, ordenado a partir del ejercicio de la razón, y pensando siempre en la estrecha relación que existe entre arquitectura y ciudad, entre los individuos y la colectividad. Nos hemos inventado en la medida en que hemos recorrido este camino. A lo largo de medio siglo hemos realizado 308 proyectos, de los cuales 243 son de naturaleza arquitectónica y 65 tienen que ver con planeación y diseño urbano.

Como en toda experiencia humana, la valoración del conjunto es diversa, como lo demuestra una selección de obras que puede ser representativa de nuestra práctica profesional, en términos de ideas que les dan sentido y sus correspondientes expresiones compositivas y formales. Ejemplo de ello son nuestras participaciones en proyectos mayores como el Conjunto Integración Habitacional Latinoamericana (1976); la construcción del Hotel Holiday Inn Hotel Caballito (1979). O, tras el terremoto de 1985 en la Ciudad de México, la iniciativa gubernamental Renovación Habitacional Popular (que ganó el premio Sir Robert Matthew de la Unión internacional de Arquitectos); así como el complejo residencial de la calle Ámsterdam 120, en la colonia Condesa. También ha habido intervenciones en infraestructuras de transporte público y movilidad, tales como la estación de Transferencia Zaragoza (1991) o la renovación del mercado de la estación Pino Suárez (1992).

Programa de renovación habitacional popular

En fechas más recientes, el trabajo del despacho se ha concretado en edificios como la torre del Instituto de Ingeniería (2002) de la Universidad Nacional Autónoma de México, reconocido con el Premio Nacional de Ahorro de Energía 2008, por parte de la Secretaría de Energía. El programa arquitectónico Protasio Tagle (2004) supuso una reinterpretación contemporánea de un espacio tradicional de vivienda como lo eran las vecindades ubicadas en la colonia San Miguel Chapultepec. La sede matriz de la Escuela Bancaria y Comercial (2018), ubicada entre las calles Liverpool y Dinamarca (con un frente adicional posterior que da a la calle Marsella), en la colonia Juárez,se construyó de acuerdo a consideraciones de carácter ambiental.

Cabe mencionar proyectos en otros estados de la República mexicana, como los múltiples desarrollos urbanos, cuya premisa parte de la escala del barrio para llegar a la de un sector o segmento de ciudad, y se han implementado desde Apetlachica, Puebla, hasta los poblados pesqueros de Baja California, pasando por análisis puntuales en ciudades veracruzanas como Xalapa o Coatzacoalcos; demarcaciones guerrerenses como la región de los Tules y Acapulco, o Puerto Marqués (1994); el conjunto de viviendas conocido como Rincón de Santa María, ubicado en San Miguel de Allende, Guanajuato; o la Casa Pich (2022) en Valladolid, Yucatán. Entre estos destacan prototipos como los de Escala Náutica, cuyo primer proyecto en la ciudad de la Paz, Baja California, propuso un entendimiento de las áreas dedicadas al turismo y la logística.

Mercado Pino Suárez

En el despacho hay una continuidad de disciplinas que convergen en distintos momentos: la planeación y el urbanismo, el diseño urbano, hasta el paisaje y la arquitectura. Entonces nuestra postura proyectual es hacer reinterpretaciones culturales, urbanas y arquitectónicas de la vida contemporánea, con la voluntad de respetar y al mismo tiempo enriquecer y diversificar los contextos urbanos de las ciudades en cuestión. Al mismo tiempo, estos proyectos nos han permitido experimentar con espacios colectivos que deben ser funcionales, flexibles, luminosos, inclusivos y diversos, acreditados por los criterios pedagógicos más actuales. 

Octavio Paz nos dice, por medio de la poesía, que la memoria no es lo que recordamos, sino lo que nos recuerda, que la memoria es un presente que nunca acaba de pasar. Pasados 50 años, lo que va quedando de nosotros son las obras que logramos concretar en este lapso de tiempo, y constituyen el corpus de nuestro trabajo. En el futuro, tal vez algunas de estas obras, más allá de la nostalgia, puedan superar el silencio del olvido, traspasar la frontera de la historia y constituir realmente lo que nos recuerde. Entretanto, la vida sigue sin detenerse… y con ánimo renovado. Sobre el papel en blanco seguimos arrastrando el lápiz cada mañana como un equipo. El reto en estos tiempos de perspectivas poco claras, sigue siendo el de tener la capacidad de reinventarnos.



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