23 mayo, 2022
por Karina Reyes
REGISTRO: Museo Tamayo es una exposición que forma parte del proyecto de LIGA-ARCHIVOS, que surge de la necesidad de dar a conocer todos aquellos archivos fotográficos históricos de obras arquitectónicas que hay en Latinoamérica para su visibilización y conservación. Además, se pone en escena a jóvenes fotógrafos de arquitectura de diferentes partes del país. En esta ocasión la propuesta del Archivo del Museo Tamayo permite obtener nuevas perspectivas de un edificio muy conocido en la Ciudad de México. Esta exposición se lleva a cabo dentro del marco del aniversario 40 del Museo Tamayo.
LIGA encomendó a seis fotógrafos la tarea de realizar una nueva serie de retratos del edificio. En esta ocasión, el Museo Tamayo se vuelve una pieza que habla por sí sola, sin exposiciones, ni visitantes: sólo vemos gran masa de concreto que nos habla a través de la luz, mostrándose al desnudo. Los fotógrafos Onnis Luque, Arturo Arrieta, Ariadna Polo, César Bejar, Luis Young y Luis Gallardo realizan una serie de fotografías que proponen una nueva manera de ver al Museo Tamayo desde su apertura en 1979, cuando Julius Schulman lo fotografió recién construido, lo que nos plantea: después de 40 años y una gran cantidad de fotografías ya existentes, ¿qué más podemos encontrar frente a la lente? Esa pregunta nos lleva a la increíble oportunidad de experimentar con miradas al pasado y el presente mientras pensamos en el futuro de este hermoso edificio a través de sus diferentes temporalidades plasmadas en esta exposición.
Como escribe Santiago Martínez, “una serie de grandes artistas acaban de congelar la fugacidad de décadas de historia, de recuerdos de vivencias, el cúmulo de experiencias que nos tienen en este lugar, ahora comulgan en un mismo formato”.
Cada uno de los fotógrafos realiza un trabajo desde una perspectiva personal, dejándonos ver tomas únicas que se logran a través de un edificio sin su principal actividad: las exposiciones, de tal manera el fotógrafo tiene la libertad de montar la escena o capturar el momento deseado con o sin asistentes recorriendo el museo y, así, recordándonos el tiempo que ha pasado a través de este edificio. Cada una de las piezas expuestas es un trabajo colaborativo con los curadores, ya que los fotógrafos tuvieron la libertad de presentar sus obras en diferentes formatos para que cada uno contara una experiencia distinta. Dentro de las exposición encontramos propuestas interesantes en la forma de narrar la historia del museo, desde un biombo hasta una vista poco usual de la azotea del edificio.
La exposición cuenta con seis módulos sobre pared donde se coloca cada una de las piezas de cada fotógrafo y una serie de pedestales al centros. El material donde se emplaza la exposición fue construido con elementos reciclados de vigas IR donados por Gerdau Corsa.