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Latinoamérica desde el MoMA

Latinoamérica desde el MoMA

26 marzo, 2015
por Miquel Adrià | Twitter: miqadria | Instagram: miqadria

baplbd013f07001_a5_300Luis Barragán. Torres de Satélite (1957), Ciudad Satélite, Mexico City, Perspective view of the towers. Undated. Color chalk on cardboard. 719 x 730 mm. Barragán Archives, Barragan Foundation, Switzerland © 2014 Barragan Foundation, Switzerland / Artists Rights Society (ARS), New York

Sesenta años después de la exposición que certificó la arquitectura latinoamericana de la primera mitad del siglo XX, el MoMA vuelve a repasar y subrayar lo más relevante al sur del río Grande.

Latin America in construction: Architecture 1955-1980, selecciona las obras y los proyectos más destacados de este periodo, demostrando que la modernidad que se pensó en algunos restiradores europeos, se construyó en Latinoamérica. La muestra, curada por Barry Bergdoll, de la Universidad de Columbia, Nueva York y curador de arquitectura del MoMA, Carlos Eduardo Días Comas de la Universidad Federal do Río Grande, Porto Alegre, Brasil, y Francisco Liernur, de la Universidad Torcuato Di Tella de Buenos Aires.

La exposición inicia por el cono Sur, en una sala con el contorno subcontinental dibujado en el piso. El resto de la extensa muestra entrecruza temas y autores: desde las ciudades universitarias de México o Caracas y la nueva capital brasileña; las musculosas construcciones del MASP (museo de arte de Sao Paulo) de Lina Bo Bardi y del edificio Selanese de Ricardo Legorreta; las geometrías ensimismadas de la FAU paulista de Vilanova Artigas, la CEPAL (comisión económica para América Latina) del chileno Emilio Duhart o el Colegio Militar de Agustín Hernández; hasta los alardes formales del Banco de Londres en Buenos Aires de Clorindo Testa o la iglesia de Cristo Obrero en Atlántida, Uruguay, de Eladio Dieste.

moldebovedaEladio Dieste. Atlantida Church under construction c. 1959. © Marcelo Sassón / Archivo Dieste y Montañez

Equipos de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, México, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela, reunieron más de quinientos documentos durante cuatro años: croquis, cartas, fotos, vídeos, planos y maquetas originales, además de las que construyeron los estudiantes de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica de Santiago de Chile y los de la Universidad de Miami.

Un tema central de la muestra es la respuesta que dieran los distintos gobiernos ante la demanda de vivienda popular debido a las migraciones de población rural a las ciudades. Los ejemplos de prefabricación a gran escala en Venezuela o Brasil son notables. Sin duda destaca la experiencia de PREVI (proyecto experimental de vivienda) en Perú, promovido por el presidente -y arquitecto- Fernando Belaúnde Terry y patrocinado por la ONU para mitigar el impacto de las invasiones rurales a la capital.

Junto a la extraordinaria profusión de documentos originales -que algunos se conocieron por primera vez en esta muestra, tras hurgar en los archivos de tantos arquitectos fallecidos- lo mejor son los diálogos cruzados entre las obras, las conversaciones imaginables entre sus autores que, sin duda se reconocerían, los cadáveres exquisitos que se pueden construir a través de las diagonales virtuales que cruzan la exposición. Lo peor, visto desde México, es la parca presencia de nuestra arquitectura. Y no tanto por las obras que no están, que son muchas (desde la Basílica de Guadalupe al IPN, pasando por el Estadio Azteca, por solo citar las más obvias) sino por la modesta presencia de las que están. Junto a la hermosa maqueta del MASP paulista de Bo Bardi, sólo unas fotos de construcción del paraguas del Museo de Antropología; tras dedicar un gran espacio para el vestíbulo de la sede bancaria de Clorindo Testa, el Colegio de México de Abraham Zabludovsky Teodoro González de León se esconde en una discreta esquina con una maqueta escolar y un par de fotos. Además, se suman los descuidados créditos y los errores (confundir el taller de Barragán por “living room” u olvidar a Enrique Molinar como coautor del proyecto de CU, junto con Franco y González de León, etc.)

Y era previsible. La historia se repite y el contrapeso continental para los Estados Unidos sigue siendo Brasil, y un hábil curador argentino logra jalar el mantel latinoamericano hacia el sur, dejando a este gran laboratorio mexicano de la modernidad en un discreto segundo plano.

No obstante, esta magna exposición ayudará a incorporar la arquitectura latinoamericana en el mapa de la modernidad internacional, en un momento en que (tanto por la crisis financiera europea y estadounidense de los últimos años, como por la fortaleza de algunas economías latinoamericanas) sus arquitecturas contemporáneas también están dando de que hablar.

cub13pCuba Pavillion, Montreal, Canada, Vittorio Garatti, 1968. © Archivo Vittorio Garatti

per13pMiguel Rodrigo Mazuré. Hotel in Machu Picchu, Machu Picchu (Project). Perspective. © Archivo Miguel Rodrigo Mazuré arg37Clorindo Testa. Bank of London and South America, Buenos Aires, Argentina, 1959-1966. © Archivo Manuel Gomez Piñeiro, Courtesy of Fabio Grementieri ven42pJorge Rigamonti. Caracas Nodo de Transferencia (Caracas Transfer Node 2). 1970. Photocollage. 9 ¼ x 15” (23.5 x 38.1cm). Museum of Modern Art, New York, Gift of the Architecturu40pGuillermo Jones Odriozola, Francisco Villegas Berro. Arcobaleno Recreation Complex (Conjunto Recreacional Arcobaleno), Punta del Este, Uruguay. 1960. Brochure: 16 9/16 x 23 3/8” (42×59.4cm). Francisco Villegas Berro ven38Jesús Tenreiro-Degwitz. Venezuelan Corporation of Guayana (Corporación Venezolana de Guayana) (CVG). 1966. Blueprint. Framed: 29 ¾ x 24 7/16” (75.5 x 62cm). Guayana City, Venezuela. © Archivo Jesús Tenreiro-Degwitz col63pEsguerra Sáenz y Samper. Luis Ángel Arango Library (Biblioteca Luis Ángel Arango), Bogotá, Colombia. Cover plan of concert hall. 1965. Drawing, ink on tracing paper. Unframed: 39 ½ x 32 ¾” (100.3 x 83.2cm). © Archivo de Bogotá

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