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La vocación contemporánea del espacio público

La vocación contemporánea del espacio público

22 enero, 2018
por Brenda Soto

El espacio público en el siglo XXI funciona de acuerdo con una cultura que, ante la falta de territorio destinado a equipamiento —sea ésta causada por errores de planeación o por la corrupción en el manejo del mismo—, demanda espacios multipropósito; es decir, edificios con la capacidad de alojar varias actividades de acuerdo con los intereses de una comunidad específica.

Bajo esta condición se diseñó el Centro de Desarrollo Comunitario Los Chocolates, la nueva escuela de artes y oficios en Cuernavaca que se inauguró el pasado 19 de enero. El proyecto arquitectónico estuvo a cargo de TALLER | Mauricio Rocha + Gabriela Carrillo y forma parte de un conjunto de espacios culturales construidos y rehabilitados en la ciudad —como el Centro Cultural Teopanzolco y el Museo Juan Soriano, aún en construcción— desarrollados por la Secretaría de Cultura de Morelos.

Fotografía Jaime Navarro

El CDC Los Chocolates está ubicado en La Carolina, una colonia de Cuernavaca reconocida por ser una de las más antiguas y con mayor proximidad al centro de la ciudad. A pesar de su importancia y como tantas otras zonas metropolitanas contemporáneas, padece los perjuicios de una urbanización no planeada: densificación masiva de casas que conforman casi la totalidad del entorno construido y la consecuente insuficiencia de equipamiento. De estas condiciones, surgió la intención de construir un centro de desarrollo comunitario capaz de solventar la necesidad de equipamiento cultural, deportivo y recreativo, a través de un único espacio multipropósito que actúa desde diversos frentes: áreas de interacción social —que eventualmente pueden funcionar como zonas deportivas—, espacios de enseñanza y áreas de estudio.

Fotografía Jaime Navarro

El programa arquitectónico fue resultado del trabajo con los habitantes de La Carolina y de las colonias aledañas. Está basado en un modelo dinámico, en el cual existen propuestas de profesionales para mejorar el entorno, que a su vez se alimentan de los conocimientos y propuestas de la comunidad. Todo ello con la intención de conseguir un espacio capaz de evolucionar conforme a las distintas necesidades e intereses de una población urbana que se transforma día a día.

El CDC Los Chocolates funge como un laboratorio urbano, un nuevo espacio que, según se espera, ayude a solucionar problemáticas sociales y refuerce los lazos comunitarios. Durante el recorrido de la inauguración se vieron ya los primeros matices de su vocación: gente yendo y viniendo, deteniéndose ante las demostraciones de los talleres que ya están en funcionamiento, como ante un escaparate con oferta cultural diversa que devendrá en nuevas ideas para la ciudad de Cuernavaca.

Si bien la experiencia nos ha demostrado que la arquitectura no puede resolver problemas por sí misma —un edificio que se siembra sobre un vacío urbano, sin conocimiento de las condiciones de su entorno, cae en abandono u obsolescencia con rapidez e incluso genera más problemas de los que pretende solucionar— la ejecución efectiva de la investigación y la arquitectura pueden propiciar prácticas que mejoren las dinámicas urbanas y, por ende, la calidad de vida de los habitantes. El CDC Los Chocolates es una amplia exploración en este sentido. Ahora, con el edificio terminado y con su reciente inauguración, comienza la evaluación más importante, que es de quienes van a habitarlo. El tiempo, el uso y la forma de apropiación darán el veredicto real de este nuevo espacio cultural.

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