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¡Felices fiestas!
13 mayo, 2015
por Oscar Aceves Álvarez
XIX Bienal de Arquitectura y Urbanismo Chile 2015. Foto por Oscar Aceves Alvarez
Entre los días 16 y 26 de abril se realizó la XIX Bienal de Arquitectura y Urbanismo Chile 2015. La primera bienal realizada fuera de Santiago desde su creación en el año 1977. El lugar seleccionado para esta edición fue Valparaíso, específicamente en los espacios del Parque Cultural Valparaíso. La ciudad porteña, a pesar de encontrarse apenas a una hora y media de recorrido en vehículo desde la capital chilena, ofrece un escenario completamente diferente a ésta.
Además de la muestra curatorial presentada para la bienal, a cargo del equipo de Fernando Marín y titulada Arquitectura + Educación: el país que queremos, Valparaíso tenía una agenda propia que supero lo esperado. En vísperas de la bienal se cumplía un año del incendio que devastó buena parte de las construcciones en la cima de los cerros de la ciudad, además de que el polémico Terminal 2, ampliación del puerto sobre buena parte del borde costero que aún queda libre en Valparaíso, se encuentra próximo a ser construido. Ambas situaciones no sólo suponían un debate en la bienal, sino una postura hacia estos desde la arquitectura.
Por tal motivo las escuelas de arquitectura habían dedicado parte de sus talleres del semestre para trabajar en propuestas alternativas para el borde costero de Valparaíso. Igualmente la bienal organizó un workshop en el cual una gran cantidad de estudiantes de escuelas de arquitectura de todo el país participaron activamente en el análisis de las particularidades y problemas de la ciudad, produciendo propuestas para darle soluciones a estos a partir de la arquitectura. El equipo de la Universidad de Valparaíso resultó ganador del workshop, en el cual se entregaron casi tantas menciones como equipos participantes.
Muestra Premio Nacional. Foto por Oscar Aceves Alvarez
Pero tal vez hubo otro aspecto particular sobre Valparaíso que la bienal, y en específico el workshop, puso en evidencia. Si bien para la mayoría de los chilenos, e incluso algunos porteños, existe la idea de que el puerto es el motor económico de la ciudad, parece que esto está muy alejado de la realidad. Es bien sabido que la época dorada de Valparaíso como el principal puerto en el sur del continente finalizó con la construcción del canal de Panamá hace ya más de cien años, pero la gran cantidad de contenedores que se acumulan actualmente en el puerto hacen suponer la idea de que aún es una fuente importante de ingresos económicos a la ciudad, al menos por concepto de aranceles e impuestos. Pero realmente la concesionaria encargada del manejo del puerto rinde cuentas al gobierno central, por lo tanto sólo una pequeña parte de los ingresos quedan “efectivamente” en Valparaíso. ¿Qué otra actividad económica puede entonces mantener a Valparaíso en funcionamiento?
La bienal reflejó la gran cantidad de universidades, y de escuelas de arquitectura, con las que cuenta la comunidad Valparaíso-Viña del Mar. Los porteños han sido testigos de cómo sus espacios se inundan cada año más de estudiantes universitarios, tanto locales como de otras regiones del país. Esto ha supuesto que los sectores de servicios asociados a esta población han crecido, en cantidad, y se han diversificado. Cada vez es más común encontrase en los cerros de Valparaíso carteles en las fachadas de las casas anunciado “residencia estudiantil”. A pesar de la gran cantidad de profesionales que se forman anualmente en la ciudad, el aspecto tanto físico como social de ésta no parece reflejar esta situación. Valparaíso es efectivamente una ciudad de estudiantes, no de profesionales, los cuales regresan a sus hogares u optan por dirigirse a Santiago una vez graduados.
Esto hace suponer que la gran cantidad de estudiantes porteños que estuvieron presentes en la bienal debatiendo sobre los problemas de la ciudad y aportando propuestas en el workshop sobre cómo mejorarla, en cuestión de pocos años no se encontrarán llevando estos proyectos a la realidad. Con esta situación mantenida en el tiempo, Valparaíso seguirá siendo el mismo de siempre, arrasado consecuentemente por incendios y sin poder ver el mar debido a la acumulación de contenedores en el puerto.
Si la realización de la bienal fue un hecho provechoso para la ciudad, atrayendo a ésta una buena cantidad de visitantes, ésta ha culminado y se ha ido de Valparaíso como los estudiantes graduados lo harán en próximos años. Los porteños deberían preguntarse ¿qué será de Valparaíso ahora que la bienal se fue?
Ganadores Workshop bienal. Foto por Oscar Aceves Alvarez
Foro El ValparaÌso que queremos. Foto por Oscar Aceves Alvarez
Muestra profesional. Foto por Oscar Aceves Alvarez
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