6 julio, 2012
por Arquine
La más reciente edición del festival Aural presentó una sección dedicada a la música electrónica experimental del Festival de México en la que se presentaron Alva Noto y Ryuichi Sakamoto. Esta presentación evocó una serie de reflexiones alrededor de lo técnico pero desde lo emotivo. El frenesí del desarrollo digital ha exaltado la atención en el medio. Algunos hemos desarrollado cierta obsesión por lo objetivo como parte de un cambio de estructura de pensamiento necesario para relacionarse congruentemente con estrategias generativas de uso de herramientas digitales.
En muchos casos, lo primero en ser anulado es la expresividad emocional, la cual nos acerca al pantanoso mundo de lo subjetivo, de la interpretación. Esto no es gratuito; desde una estrategia generativa de diseño, la forma es consecuencia de datos. Lo no mensurable no existe. Sin embargo, existe en este argumento un nudo conceptual: la determinación de un algoritmo que optimice ciertos procesos no implica la desaparición de los mismos, como pudiera parecer; de hecho es una trampa profunda del subjetivisimo, ya que al requerir un nivel mayor de abstracción, la solución algorítmica enfatiza el acercamiento y la interpretación individual de quien la ideó. Esta relación con la herramienta ha también enfrentado superficialmente las exploraciones análogas contra las digitales, cuando en realidad esta separación es bastante difusa.
En la colaboración entre Alva Noto y Ryuichi Sakamoto, la disolución del medio es clara. Carsten Nicolai, también conocido como Alva Noto, es un músico electrónico alemán, cofundador del sello Raster Noton, que se ha vuelto referencia obligada dentro del medio de la música electrónica experimental. No es la primera vez que colabora con otros artistas. Las colaboraciones de Nikolai incluyen a Ryoji Ikeda y Blixa Bargeld entre otros. Sin embargo, el proyecto en conjunto con el compositor japonés Ryuichi Sakamoto, es un caso aparte por la aparente oposición de los medios e instrumentos que utilizan para generar material sonoro. Al comenzar la presentación con la pieza Uoon 1, esta oposición fue claramente evidente. Sin embargo conforme avanzó la presentación se redujo cada vez más la distancia sonora entre ambos medios.
Los gráficos proyectados desde la matriz de LED’s qu se extendía horizontalmente detrás del escenario añadían una capa de información visual directamente vinculada al audio, haciendo una traducción gráfica en tiempo real de los sonidos emitidos por ambos instrumentos. Al final, las características tipológicas compartidas entre el booth y el piano parecieron expresarse en su topología. Ambos generan sonido, ambos son interfaces, ambos se fusionan con su usuario y exaltan su presencia con distintas expresiones geométricas. La materia sonora producida por ambos los vincula y estas relaciones físicas y materiales los fusionan. Hasta los profundamente fascinados por el medio dejamos de verlo, aunque sea por un momento. Fueran cuerdas y vibraciones o algoritmos y bits, la expresión conjunta fue altamente emotiva desde lo sublime.